Palabras encuentro mientras el tranco furioso de la rueda versus el pavimento guía lo que podría ser sencillamente una presunta nostalgia. Sin más el deseo del amor contrasta con la incandescencia enclaustrada en mi galería parietal derecha. Sospecho que mi manera ya no representa lo inusitado, sólo significa un método singular de expresión fugaz. Que encarnará a su vez al dragón más enigmático. Vagabundo en lo concreto esclareceré acompañado de mi chispero y el alcohol de las monedas hasta encontrar el camino a casa...

Caminata de retorno difuso,
confuso deambular de quien su plan supuso.
Si acuso noción de lo que hasta ahora no supo
obtendré el preciado caudal que almacena en desuso.

Brillante resquemor que ladrando el alma enajena
descansa entre paso y paso de la sinuosa vida ajena,
aquel que se detiene en la lógica sopesa con gracia
(hasta) la más cruenta condena. Propia y sin cadena.

De la noche felina escurrieron siempre las soluciones,
pues bien conoce y guarda hasta las más burdas acciones.
Inquietante se vuelve el vaho si no divisa las posiciones
de letales bastimentos que estrechen distantes dimensiones.

Extenuante revelación, cual de quién afirma que el mal predijo
multiplícate en mi sangre, vuélveme prolijo.
Nos encontraremos me dijo, pues me supone sabio, y que elijo
al fin y al cabo errar hasta desembocar en un punto fijo.