Hoy después de muchos días de tener el calor de otro cuerpo a mi lado en las noches, me he sentido sola, con frió, un poco vuelta mierda, como me suelo sentir cuando pienso mucho en lo que no me gusta de mi y recordé que en una esquina olvidada de mi habitación, tan olvidada como muchos momentos de mi niñez que deje atrás; estabas tu, mi osito de peluche, ese osito sucio, viejo pero tierno, aquel osito que no le importa si me siento fea, si solo lo busco en mis estados de mas profunda depresión, que siempre se deja asfixiar con mis abrazos desconsolados y no le importa humedecerse por las lagrimas que derramo sobre el.

Ay como puedo deshacerme de ti, lindo, sucio y suave osito de peluche, si hasta creo que te has enamorado de mi, es la única explicación que encuentro para que aun sigas a mi lado sin importarte nada, ni el olvido, ni el abandono, ni los hombres que han pasado por mi cama. Por favor no me dejes osito de peluche que si tu te pierdes en el desorden de la rutina, se perdería contigo la dulzura, la compañía con la cual combatir los monstruos en las noches oscuras y el recuerdo de la niña feliz que todos los días dormía abrazada a ti.