Aprendiendo a volar.
Publicado en Jul 20, 2013
Si todo es tan simple como ir con el viento,
con la llama dorada que alumbra mis pisadas, con el frío insensible que agita mi pelo no sé por qué me arrepiento de las semillas sembradas. Porque cuando antes yo miraba al cielo, miraba la luna, la calle, el desierto lo único que veía eras tú, flor de hielo, incluso en las noches veía a mis muertos. Recuerdo que a veces lloraba perdida derramando gotas de jarras vacías que me iluminaban, me sentía viva, y sin embargo estaba perdida. La oscuridad que sucumbió mis días me hizo entender que tu eras mi fracaso, que yo no existí y jamás existiré. Hay falsos mentores guiando mi paso. Y hay fuego y heridas entre tanto hielo y hay brujas bonitas y frascos de agua. Hay calamidades, hay fuentes y hay hambre y ganas de llorar cuando digo tu nombre. Hay balas de goma que apuntan a nadie y perros con patas de cuero y de hierro, hay gente escondida en rincones vacios y hay lugares llenos de muerte y olvido. Hay tanto y tan poco entre tantos muros y yo aquí perdida aun busco ese mundo donde las montañas me lleven con ellas desgarrando mi piel llena de muerte y de estrellas.
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Stella Maris Sanhueza
Valeria Oitaben