No hay manera de librarte de ti
Publicado en Jul 22, 2013
Han pasado exactamente 3 meses desde la última vez que supe de ti, recuerdo ese “ es mejor que…” luego de eso, todo se nubla, no quiero recordarlo, solo he oído un par de canciones para que todo cese, he leído un libro y más de alguna vez algo me ha causado mucha risa, tanto, que recuerdo cuando fui feliz, he caminado a orillas de la playa, solo sintiendo el viento y escuchando el sonido del mar, hurgueteando en la arena, que se escurre entre mis dedos, he mirado las estrellas y me he enfocado en el brillo de la luna, he dibujado un par de alas, he visto un cortometraje y he llorado con algunas películas, he cocinado a mi agrado, he estado sola, y también con personas que he conocido, que me agradan, no he fingido este tiempo, solo he sentido, pero entre medio de todo ello, sí, llegamos a la parte en donde no me libro de ti, o entre el tiempo que siento el viento y escucho el mar, también escucho tu nombre, o entre las películas, algo se asemeja a lo que vivimos, estas presente es así de simple, pero sin embargo he podido vivir sin ti, no he sentido la necesidad de correr un montón de calles para ver si me encuentro contigo, o recurrir a los viejos contactos para enterarme de ti, solo he dejado que esos tres meses pasen, los días son rápidos, y la literatura me ha alimentado el alma, de alguna u otra manera no me siento vacía, aunque sé que estas presente, quizás viva así todo el resto de vida que me quede, quizás pueda seguir viviendo, pero con ligeros pensamientos que tengan que ver contigo, no lo sé, es incierto y a la vez inquietante saber que nos ocurrirá, que final te dará mi mente, o si volveré a encontrarte.
No ha sido difícil, ni tampoco demasiado fácil tragar los sabores, hay muchos “peros” en mis historias, lo sé, y es que es una palabra que me da posibilidades, ya sean negativas como positivas. No me he metido en problemas, pero me he hecho adicta… me he vuelto adicta al sentir, sentir cualquier cosa, pero sentir… puede que nada sea controlable a estas alturas y yo esté enloqueciendo, pero soy totalmente libre en mi interior, he dicho “bienvenido” dentro de mí, no detendré nada, el secreto es solo sentir, lo que venga, lo que esté, pero no lo que haya pasado, le extraño pero si puedo sentir un segundo nombre. -Entonces sonó el teléfono, ¿es alguna compañía o mi madre que se le ha olvidado advertirme de algo? Valla novedad, ni siquiera tengo ganas de ver quien llama, es un número desconocido, ¿alguien marcó erróneo? Sus finales son 56, espera… se me hace un poco conocido, un poco de mi memoria visual, me hace dar un brinco de admiración… ¿Es posible que… el? No, seguramente no, su orgullo es mucho más grande que el cielo, pero… si puede ser posible, me arreglo un poco, no sé qué locura estoy haciendo, si solo es una llamada, dejo que suene un momento, ¿El típico orgullo o aún sigo sorprendida? Al final me decido- -¿Si?- lo dejé fluir con mi mejor voz, a mi parecer, estoy nerviosa no lo puedo evitar. - Oh, hace mucho que no he oído tu voz, la necesitaba- -¿Quién habla?- Debía asegurarme, no iba a meter la pata como siempre- -¿Acaso no me reconoces o ya has borrado mi número?- -Es mejor que me diga quien habla- No lo niego, quería parecer fría, yo también podía jugar con el orgullo-. -Soy yo… Ignacio- le titubeaba la voz. -¡Dios! Me exalté, no estaba equivocada, era el- ¿Qué quieres?- espera… ¿yo dije eso? -Solo quería saber cómo te encontrabas… pues veras…- Respiro hondo, pude oírlo a través del teléfono. Hablé antes que el continuara -Me encuentro bien, gracias, ¿Qué tal tú?-Oh… quien soy ¿Cómo puedo actuar tan fría? Es obvio que él no ha llamado para saber cómo me encuentro, él quiere decir algo, vamos, suéltalo de una vez. -Es por eso que te marcado, veras… no me encuentro bien, y tiene que ver con nosotros, te extraño- lo dijo casi fluido, aunque no era sorpresa escuchar al miedo pronunciar las palabras, la inseguridad cada vez que tragaba, y no era para menos, luego de que yo esté actuando tan fría. -Pues no lo entiendo, no a estas alturas, en que has dejado pasar el tiempo y a la vez me has dejado pasar- ¿Cuándo me decidí a decir lo que pienso? Debería callarme, estaba diciendo lo opuesto a lo que una vez me imaginé que diría si esto llegaba a pasar, parezco solo hablar y no detenerme, ¡Demonios! -Se demoró unos instantes en responder lo que dije ¿necesita meditar? O ¿pensó que nunca le diría algo así? Ni yo creo haberlo dicho, debe estar sorprendido al igual que yo. Retomó el habla: -Sé que me he equivocado mucho… demasiado, que no debí haber desaparecido, que dije muchas cosas sin haberlas pensando, lo sé, pero te necesito- esta vez yo dejé cursar un poco de silencio antes de responder. -Pues sí, deberías haberlo pensado, porque todo lo que dijiste y lo que hiciste, me dolió mucho, yo te necesité muchas veces y no correspondiste, ahora que tú lo necesitas ¿yo te responderé?- la verdad eso si quería decirlo, muchas noches me la pasé diciéndolo en voz baja. -Por favor… verás… yo… yo aún te amo- parecía sincero al decirlo, aunque le costó un tanto, la verdad es que no me siento como creí que me sentiría si algún día decía eso, la verdad es que no me dan ganas de decirle “yo también” si no “es muy tarde ya” ¿he madurado? O ¿solo me estoy apreciando? -¿Por qué ahora? Cuando ya ha pasado el tiempo y ya me acostumbrado a estar sin ti, ¿Por qué cuando tú crees que es correcto lo dices y ya? Acaso… ¿crees que nunca esperé escuchar lo que me dices ahora?- ¿Esperabas que dijera eso? Ni yo lo esperaba, pero era cierto… ¿Por qué debía sentirme como en un juego? -No digas eso, por favor, me dañas- ¿Es real lo que estoy oyendo? Parecía que comenzaría a llorar, por el tono de su voz, pero ¿Cómo se atreve a decir que no lo dañe? Cuando solo hacía las cosas sin darse cuenta que muchas veces me apuñalo. -Entonces no deberías haber llamado- Lo dije fríamente… realmente no sé, no sé por qué lo dije, o porque dije todo, pero era probable que yo no caería en su juego nuevamente. -lamento haberte molestado, no volverá a ocurrir, lo siento mucho, adiós- Sonó un poco dolido, ¿sería capaz de llorar luego de esta conversación como lo hice yo alguna vez? -Pensé que la conversación había concluido, pero seguía escuchando su respiración, aún no cortaba, entonces solo dije- adiós, espero seas muy feliz- Cortó, sin responder o desearme lo mismo, ¿Le habrá dolido mucho lo último? Después de todo, aún me lo imaginaba feliz, ahora cuando ya la llamada había acabado, comencé a llorar desenfrenadamente, ¿era normal un poco de arrepentimiento después de lo último? Creo que sí, luego que solté todas las lágrimas, deben haber sido mucho, porque la vista me dolió un poco luego de eso, valió la pena, que el ser que sufrió por mucho tiempo, supiera decir “no” y que haya aprendido a defenderse, permanecí en silencio, creo que será la última vez que haya escuchado su voz, o sus intentos de pedir disculpa e intentar volver, pero es un alivio, es un enorme alivio haber dicho adiós, me sentía deshidratada cada vez que lloraba, me hacía falta un poco más de alegría, eso lo venía pensando hace mucho, pero estaba estancada sin poder dar el paso, al menos no antes de lo que acaba de suceder, seguía en silencio, solo discutiendo y armando el rompecabezas dentro de mi cabeza, fue demasiado para mí, yo también le amaba, quizás ya no tanto, pero si quedaba algo de él en mí. Ya no cuento los días, no sé exactamente cuánto tiempo ha pasado, el calendario debe registrarlo, ya no cuento el sufrimiento, ni los días sin él, no necesito idear un calendario personal, solo han pasado días, no, espera… han sido meses, pero si he avanzado, retome un camino que había dejado de ver, cuando la bruma comenzó a nacer de entre los suelos, ya había otro segundo nombre en mi pantalla, en mis contactos del teléfono, y hasta alguien que me hacía compañía al caminar a orillas de la playa, al ver películas o algún cortometraje, alguien que cocinaba lo que me gustaba, alguien que entendía mi forma de ser y es más, entendía mi literatura, se manejaba con mi locura, me agradaba, no niego que muchas veces mi vista se nublo y vi otro rostro sobre él, o que muchas veces un pensamiento se interpuso entre nosotros, no hay manera de librarme de ti, pero si hay manera de vivir sin ti, no porque haya querido, sino porque fue tu elección y yo aprendí a entender las señales que comenzaron a brotar como lo hacen las flores en primavera al asomarse el sol, también dio paso a lo que tanto me gusta… sentir, estaba sintiendo algo nuevo, aun acompañado con tus recuerdos y tu pensamientos, pero no haría el error de dejar que la canción sonara tantas veces, para solo manejar una sola emoción, no, he comprado discos nuevos, han comenzado nuevas historias, he aquí mi victoria sobre ti.
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