SOBREVIVIENTES.
Publicado en Jul 22, 2013
Es tu voz, melodìa de juncos que el viento arremolina
sin piedad, tu voz castigàndome, desatando la furia incontenible del deseo, y yo, absorta y muda, pàlida como la muerte, vacìa como el eco de pequeñas voces que mi lengua olvidò, habìtame de susurros y de gritos Orada este cuerpo que es la tierra, el agua, el fuego, Poseème, àbreme por dentro como al surco el arado sièmbrame la vida, moldèame a tu fiebre, a tu olor a tu desesperado intento de bùsqueda, une los despojos que el tiempo diseminò sin culpas, desmembrada y herida, aùn conservo el alma, busco la luz y tu voz me llega, me penetra como savia desde la raìz, como bàlsamo tibio, une mis huesos, mi pasado, mis frutos como brotes de una nueva raza, háblame del tiempo cuando los sonidos eran los dueños del silencio y tu voz traspasaba los lìmites de las auroras, y yo danzaba alegre y despreocupada, y mis pies eran como pàjaros salvajes migrando a cualquier lugar Háblame de tì y de mì, susùrrame al oìdo que somos sobrevivientes del hartazgo, náufragos de estrellas que perdimos el rumbo y nos ahogamos, nos herimos nos amamos. Cuéntame de los dos, amor. Despiértame.
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