EL LTIMO PJARO.
Publicado en Jul 23, 2013
No es dolor, si acaso te refieres a ello. No es necesario buscarle un estado, o darle un nombre, o imaginar un duelo, una muerte ambigua, sin cadáver. Es otoño y los árboles continúan su llanto de hojas sobre el asfalto húmedo. Nada va a cambiar en esta tarde casi gris donde las manos modelan una ausencia esperada. Recorro cada tramo del vacío que se abre como un abanico de soles oscuros en mis brazos. No estás en ellos Y no importa que dibuje tu imagen en mí, siempre te desvaneces, te pierdes, te alejas hacia donde el amor no alcanza y la razón no llega. Es esta manía de escuchar una voz que se parece a otra, a la tuya, a la mía, a ninguna. Voces escalando un trapecio hasta el vértice del hartazgo. No soy nada, y sin embargo, lo fui. Y no fuiste nadie, y aún así, lo eres. Sobras de un todo que se esparcen como la hojarasca en las calles desiertas. Me faltas esta noche. A mi pesar, sintiendo que no es necesario sostenerte en mí, en este cuerpo. Y no sé qué es más placentero, si esta recurrente soledad agotadora, o esta sensación de alivio. Porque la oscuridad lleva el peso de una historia difícil de entender Y la luz no alcanza. El viento continúa llevándose los restos de una tarde que llega a su fin. Un pájaro me roza la cara, se aleja, el último pájaro que anidaba en mí. no hay dolor, sólo un desprendimiento. Y la noche me anuncia que es tiempo de volver a empezar.
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Silvana Pressacco
Hermoso María Ester, cariños
Mara Ester Rinaldi
Juan Pablo Pites
Mara Ester Rinaldi
Elvia Gonzalez
Mara Ester Rinaldi
Guille Capece
muy muy muy bueno; no hay una palabra que este demás. Hay una cadencia en todo el poema que lo hace hermoso.
felicitaciones
Guillermo
Mara Ester Rinaldi