Hoy amaneciste con ganas de estar sin mi... se te hizo fácil marcarme y terminarme por teléfono, tu escusa perfecta ha sido que no sientes lo mismo, y de mi parte no ha habido reproches ni siquiera intente detenerte... o quizá nunca te ame lo suficiente.
Nos quedamos de ver una última vez, siempre te ha gustado meterle drama a nuestras despedidas, solo que esta vez, me parecía que si era definitivo el final, te miraste muy seguro de tu decisión de dejarme y yo, yo la acepte,... o quizá nunca te ame lo suficiente.
Ese ultimo día no solo me di cuenta que no me amabas, si no que no eras capas de de cumplir tantas promesas que de la noche a la  mañana se te olvidaron.
No puedes decir que amaneciste de pronto y mágicamente me dejaste de amar, el amor no desaparece de la noche a la mañana, sin embargo decidí no hacer más difícil esto, así que simplemente sonreí, y te di un beso en la mejilla, quizá porque quería tu libertad o quizá nunca te ame lo suficiente.
Pasamos en un segundo a ser dos extraños con recuerdos en común... camine a casa y no sentía ni las mas mínimas ganas de llorar, quizá porque no me era necesario o quizá, porque nunca te ame lo suficiente...
llegando a casa  no pude evitar ver mil recuerdos que inundaron mi mente tu aroma que seguía en el aire y tu esencia que dejaste en mi vientre....
comprendí que esa vez, no volvería a tenerte, a mirarte a besarte,  y que todo lo bello de antes viviría solo en mi mente, te deje ir porque el amor no se va. Y si dejaste de amarme cómo es que lo dices, te has equivocado es quizá que nunca me amaste ni poco, ni lo suficiente... 
si amas a algo déjalo ir, lo comprendí esa mañana te deje ir y mi escusa vale más que mil palabras, te dejo ir porque a mi lado no eres feliz, porque nunca fue amor para ti.
Y porque aunque ni te has dado cuenta te ame más que a mi vida te ame lo  suficiente que preferí tu libertad... a conservarte sin amor, mío por siempre.