An sin nombre
Publicado en Aug 06, 2013
Capítulo 1. Un sueño real
Una noche de no hace mucho tiempo me desperté con el sudor escurriendo en mi cuerpo, horror era la sensación que se podía sentir en mi cuarto, mi cama toda desordenada por mis movimientos frenéticos fomentados por la desesperación, la obscuridad inundaba todo, mi sueño no lo recordaba totalmente, era como si fuera opacado por una neblina recurrente en mi cabeza. Los pocos fragmentos de esa horrorocidad de sueño eran tan reales que mi corazón latía tan rápido que parecía que iba a explotar, sangre, mucha sangre era lo que más recordaba, un cuerpo inerte que era desmembrado por una persona que tenía los ojos llenos de odio, pintados por aquel rojo carmesí. Obscuro, todo era obscuro. Una calle empedrada que lleva a un callejón, eso era todo lo que tenía. Cuando ya mi pulso se normalizó un poco, decidí pararme de mi cama y prender la luz, lo que vi me dejó anonadado: parecía como si un tornado hubiese pasado por allí, todo estaba desordenado y entre todo ese desorden resaltaba una hoja blanca en la que parecía haber algo escrito, me acerqué con miedo y tomé ese papel, en el cual efectivamente había una nota: No temas esto es el principio de un don que te fue dado, ten paciencia, pronto sabrás la verdad. Aparecerá alguien en tu vida que te mostrará tu verdadero poder y para que te servirá. Al terminar de leer me espanté demasiado y solté un grito de miedo. Salí corriendo de mi cuarto, crucé el departamento a una velocidad animal y hui. Al salir me di cuenta que todavía era de noche, las luces de los adornos navideños y la luna eran mis guías, camine sin rumbo, necesitaba un cigarro para tranquilizarme. El sentimiento dejado por aquel sueño me dejo muy mal que no me daba cuenta adonde me dirigía, algo en mi me hizo llegar a lo que parecía la calle de mi pesadilla, sí aquella empedrada. Con horror pude ver la escena que me había hecho despertarme. Un cuerpo sin vida, su asesino de ojos rojos y sangre, mucha sangre. Esa persona asesina se me quedó viendo y yo sentí escalofrío recorrer mi cuerpo, volvió a mí el miedo. Ese murderer se acercaba a mí a paso lento, yo seguía en shock y no me di cuenta, hasta que ya estaba enfrente de mí. -Así que tú eres- me dijo aquel ser que ya de cerca distaba de ser humano- no te preocupes todo estará bien- no todo es lo que parece, ven acércate. Si bien su cuerpo tenía forma de ser humano, aquellos ojos rojos deban miedo, su cabello era blanco y largo, su piel parecía una fina capa de mármol, impenetrable. No tenía orejas y de su boca se apreciaba una perfecta dentadura, que bien pudo haber pasado como de tiburón. Era un ser que a pesar de su aspecto espeluznante, también transmitía un poco de tranquilidad. Pero mi miedo estaba presente. Me tomó del brazo y pude sentir que era fría como un témpano de hielo, me llevó directamente a donde los pedazos del cuerpo desmembrado estaban, para mi sorpresa este tampoco era humano. Manuel en ¿dónde demonios te has metido? me preguntaba a mí mismo. -No tienes ni idea-me respondió aquel ser- tú no eres como nosotros, eres un simple humano, no sé porque esta labor te la enmiendan a ti, tienes un gran poder, que tiene que ser guiado por el buen camino porque si no el destino de la humanidad correrá peligro. Me tomó del brazo nuevamente y me llevó no sé dónde, ya que de un momento a otro estábamos en otro lugar totalmente obscuro, ni siquiera la luna estaba iluminándonos desde el cielo nocturno, no, allí simplemente estábamos suspendidos en la nada. -No temas, te voy a explicar lo que ocurre. Agitó su mano y todo se iluminó, y como si de una película se tratase, pude ver el origen de lo que ocurría. -Me llamo Demian y soy un ángel, verás que no es tan complicado como crees, esta es una historia que todos los humanos conocen desde siempre, el origen del bien y el mal. -¿Eres un ángel? Pero ¿cómo, si mataste a uno igual a ti? - Sé que es difícil creer que sea un ángel cuando tú observaste como luchaba con otro parecido a mí, pero aquella otra criatura a pesar de tener una apariencia parecida a la mía. No es como yo. Es lo que conocen como demonios. -¿Demonio?...-ahora sí que me he vuelto loco, ángeles, demonios- A ¿qué te refieres con el bien y el mal? -Es simple Manuel, el origen de todo viene desde nuestro Padre: Dios, Él nos hizo a todos iguales, a todos ángeles-conforme iba contando las imágenes aparecían de la nada-pero hubo uno de nos otros que su corazón se fue llenando de envidia y poco a poco eso se convirtió en odio, ha llegado la hora del enfrentamiento, de la guerra entre el bien y el mal, entre ángeles y demonios. - Entiendo esa parte, pero ¿eso que tiene que ver conmigo? ¿Es por eso que tuve ese sueño extraño?¿Por qué yo? -Manuel, eres de las pocas personas que puede saber nuestros movimientos, si estás del lado equivocado, el mundo se sumiría en caos y el mal vencería al bien. -¡Pero yo no sé qué hacer! Esto es demasiado. -Eso mi querido Manuel, paulatinamente lo irás descubriendo. De pronto todo empezó a dar vueltas, me sentía flotar, mis ojos se fueron cerrando poco a poco. Todo se desvaneció frente a mí y ya no supe nada. La luz solar tocó mi rostro, eso fue lo que me despertó, me estiré y recordé todo lo que aconteció en la noche. Me paré rápidamente, esperando ver el desorden que recordaba albergaba en mi cuarto, no había nada, todo estaba en perfecto orden, Todo fue en sueño, uno de los más raros que haya tenido, pensé. Decidí apurarme ya que se me estaba haciendo un poco tarde para mi trabajo, me bañe, me vestí, desayune y me dirigí a la puerta, pero algo me detuvo, una hoja blanca. Mi corazón empezó a palpitar muy rápido, me acerque y la tomé. Mi rostro se descompuso al ver la nota, era la misma que había leído en mi extraño sueño.
Página 1 / 1
Agregar texto a tus favoritos
Envialo a un amigo
Comentarios (0)
Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.
|