Era una mañana muy fría y el pasar de las horas parecía muy lento, mientras me encontraba leyendo el periódico alguien golpeo mi puerta, me acerque a la puerta y cuando la abrí se encontraba frente a mi una mujer de unos 50 años aproximadamente que con dulce voz me hablo diciéndome -hola tu eres Raphael Miller -,  - si - le conteste y le pregunte quien era, entonces  ella con dulce voz me responde - soy tu madre -  cuando escuche semejante respuesta le dije que no estaba para bromas de ningún tipo ni menos me esperaba que provinieran de una persona de tanta edad. Me miró y solo me dijo - puedo pasar tenemos mucho que conversar -, de primera no quise hacerla pasar después de haberle negado la entrada lo pensé unos segundos y  la hice entrar, le ofrecí algo de beber y comer pero solo acepto café. La conversación comenzó muy amena pero cada vez que contaba hechos de la vida de ella yo le creía pero entonces aparecían dudas y preguntas en mi mente preguntas como ¿será mi madre?, ¿me estará diciendo la verdad?, después de un rato de amena conversación ella me dijo - yo se que debes dudar de mis palabras pero si quieres saber mí aquí te dejo un teléfono donde nos podemos comunicarnos-, le recibí el papel con el  número telefónico luego ella se puso de pie y dijo - me debo retirar porque es muy tarde -, yo la encamine hasta la puerta y cuando la deje en la puerta le pregunte su nombre y solo dijo  - Christine -, se despidió y luego se alejo sin mirar hacia atrás. Pensé en  Christine el resto del día hasta que entonces al día siguiente cuando la llame al número telefónico que me había dejado resultó que termino siendo el número telefónico de un asilo de ancianos, apenas tuve tiempo fui al asilo de ancianos donde hable con una persona encargada de cuidarlas y le conté la historia ocurrida el día anterior entonces la persona encargada me dice que la única persona con nombre Christine había muerto hace unos meses atrás y que su apellido era Sullivan también me dijo el cementerio donde fue enterrada, después de esa información solo me acerque a una iglesia cerca de mi casa para contarle lo sucedido al sacerdote.
Después de unas semanas decidí una mañana ir al cementerio donde estaba enterrada mi supuesta madre pero entonces debajo de mi puerta apareció un sobre de mis padres del apellido que llevaba Miller, lo abrí con algo de temor y al comenzar a leerlo las lagrimas comenzaron a brotar de forma inesperada porque dicha carta decía que ellos me habían adoptado después de que mi verdadera madre Christine Sullivan se los pidiera una noche de inverno, ellos supuestamente me lo contarían algún día. Ellos se encontraban de paseo por Londres entonces después de tomar una ducha encamine al cementerio pero antes pase por la zona conocida como la pérgola de las floristas donde compré unas flores y me dirigí al cementerio. Una vez allí busque a Christine Sullivan, cuando encontré su cripta deposite las flores que le había comprado luego comencé hablar como si estuviera ella presente frente a mí. Después de un rato apareció el sacerdote de la iglesia cercana a mi casa cuando estubo cerca mío el sacerdote me hablo diciéndome - hijo sabia que aquí te encontraría, hiciste lo correcto pero no debes odiar a nadie por saber esta verdad al final las verdades tarde o temprano se saben igual  -, entonces le conteste - no odio a nadie sino que a mí mismo por no haber podido hacer algo por ella, quizás ella en algún momento pudo haber necesitado mi ayuda y yo no estaba para darle esa ayuda - entonces rompí en llanto, el sacerdote me abrazo y con una voz fraternal me dice - llora hijo porque no lloras por el acontecimiento de saber una verdad sino que lloras a tu madre - después de unos minutos de llorar mientras el sacerdote me abrazaba nos separamos le di las gracias después me arrodille y me despedí de mi madre con un beso en su cripta.