crnicas de una depresiva jaquecosa
Publicado en Aug 18, 2013
Crónicas de una depresiva jaquecosa
….” ¡Oh!.. De nuevo he vuelto a pensar en ti, de ocupar mis minutos de vida pensando en ti, y así serán días, meses y años por que, por que nada se compara a ti...”. c.l I Arrebato de la muerte en vida La verdad es que este inicio no es el comienzo. Todo comenzó cuando dos cosas importantes en mi vida terminaron. Palabras, frases e imágenes se arrebatan de vez en cuando, poemas y escritos retratan lo vivido. ¿Como explicarlo?, de alguna forma creo que la más correcta es esta: Prejuicio envolvente, que me envuelve como tela de araña Aun así mortecina pude divisar estela, su estela. Era como si la muerte me concediera el último deseo. La vida acababa. Perpleja miraba el horizonte de la muerte. Mi mente, colmada de vida que me arrebato la muerte. Perpleja miro la sombra de aquellos surtidores de lágrimas. La verja se abría impetuosa. Aquella persona con su sangre ya fría, a los lados guardianes sigilosos se disipaban alrededor. El follaje no me dejaba ver a los sucumbidos, al ver como muertos entierran a un muerto. Ahí estaban ellos, rodeándolo, eran primos amigos y hermanos, familiares lejanos que solo se reunían de vez en cuando. Cuándo alguien fallecía, algunos con el pesar de no haber susurrado un te amo cuando la sangre aún corría. Todos juntos en luto, en la pena y así el corazón se achica y resquebraja a la medida precisa que el féretro vuelve a la profundidad de la tierra, al estado eterno. Los aún vivos, un poco más muertos despiden a su hermano, padre, tío, esposo y abuelo. Uno de ellos cae al costado de aquel féretro pone sus manos sobre el. Su último adiós, su hija, era su hija. Los recuerdos de la niñez pasaban eran amargos pero esperanzadores, el susurro del viento me contaba que aquel señor, sus últimos meses de vida lo pasó fatal, el cáncer, problemas a la próstata, diabetes, y el gran veneno: su enfisema pulmonar nunca perdió su humor, humor negro. El deseaba la muerte. “Está descansando, era el alivio de los vivos” aun así ¿Qué sensación es estar muerto por toda la eternidad? La viuda recuerda sus años jóvenes cuando la cosa era dura. El peso de la historia se hacía presente y pasará la cuenta en el futuro. Hace unos días, recordaba cuando sus amigos y seres queridos se juntaban y prendían el tocadiscos. Sacaban los cachos y las cartas. Cigarros en boca y los ceniceros llenos de colillas, una nube humo dentro la habitación, el carioca y canasta no faltaban y las peleas cuando jugaban en pareja. Varias noches de su vida, inocencia de lo nocivo del cigarrillo, cada quemada era un paso menos, un metro menos en bicicleta, una dieta más, un doctor más. El secreto de la vida creo yo que es lo más simple, que cada persona tiene y no valora, la diferencia de estar vivo o muerto, el oxígeno, la respiración”. Y por eso digo que Descartes y los demás están equivocados. La frase debería ser “respiro y luego existo”. ¿No? ¿No es lógico? Y en segundo lugar, mi amor de solo cinco meses pero de un amor tan, tan intenso. Las miradas fugases, mirando hasta el alma en lo más profundo. La perfección se encontraba en sus brazos arropada por su terno y resguardadas por mi cabello que revoloteaba y se metía por donde no debía. Nos robaba los besos y se entrometía entre nuestros labios, pero como buenos luchadores del amor volvíamos a besarnos una y otra vez las manos; naves volátiles rozando por su cara y de vez en cuando se refugiaba en su omoplato. Una cierta levedad etérea me susurraba que estaríamos en aquellas musicales andanzas por siempre. .- El:” ¿o me equivoco?” .- Ella: “… ¿Pero aún me quieres?... ¿Algo?” .- El: “te sigo profesando el más profundo amor y cariño” .-El:” pero no ha bastado.” ( …) O II Abrir cicatrices para coser heridas No hay nada mejor que en el olvido que las ganas. Las ganas de superación de que las imágenes y sentimientos ya no duelan no sean un dolor intenso que carcoma por dentro, como un virus incontrolable o como un aneurisma a punto de estallar. O incluso peor un dolor de cabeza tan intenso como una hemorragia interna, por que internamente es una catarsis y los sentimientos van a flor de piel en cualquier momento. Un clavel de aire encontrará tierra y explotara buscando alguna razón para volver al vacío, al aire. Al contrario del humano y de mí que no soporto el vacío. -.”Con eso me basta” dijo ella. -. “No lo entiendes, no basta y lo sabes, sí bastara no te sentirías sola” exclamo él. -. “¿Aun quieres seguir estando juntos?” Ella suspira. -. El:” esta conversación la debimos tener…” -. Ella: lo interrumpe y dice:” Entonces no quieres...” -.“No quiero hacerte más daño, quiero que tengas a alguien más, alguien que no te haga sentir sola, alguien que no te haga mendigar su amor. Te amaba y te sigo amando y probablemente, seguiré amándote hasta mucho tiempo más y por eso mismo es que debo hacer esto”- expresa él. Y creo que así me puse a pensar en formas dramáticas y novelescas de emprender un viaje hacia el recuerdo. Porque soy una persona dramática que le encanta tener su propia historia de amor totalmente sentimental. Por qué sin ni el amor el mundo no es mundo, las grandes batallas se han dado por amor, la gran matriz y sus sucedáneos son el odio, la avaricia y el orgullo. El mundo es amor, por amor, amó ver el viento palpándome los poros y sentir mis pupilas, amó ver la luna acompañada de él. Amó las preguntas que vienen del alma, amó mirar las estrellas y saber que ya no existen. Pero de alguno u otra forma siguen ahí firmes brillando y que esa misma estrella brillará hasta el día que muera. Amó la idea de cocinar para el hombre de mi buena compañía. Y juntos subir a la terraza con la mejor compañía que puede ser una copa de vino en la mano y hablar de esa estrella y preguntarnos juntos y tratar de respondernos para estar más tranquilos con nuestro ser. Por que el nuestro único lazo que nos une es el amor. Es nuestro lazo tan humano tan animal, tan perversamente perfecto. Pero el amor no es suficiente. A veces se necesita más, otras cosas que uno no entiende hasta que se simplemente ya no nos los tiene. Y solo, lo único que deseas es que vuelva. y recién la frase cliché “uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde” cobra sentido, todo vuelve a cobrar sentido. Y ya no puedes hacer nada solo te, te queda volver a buscar algo para cerrar la página y continuar con tu existencia pero las cosas no serán nunca lo mismo por qué sí eso que se fue. Si valió la pena lo cambio todo, porque en base a él o ella, construiste una vida mejor. Por eso tengo varias opciones hacer esto como una persona totalmente razonable “común” hablarlo. Destruirse el alma en un shock y luego construirla en base a él, en base a la verdad a la razón. O tomar el camino de la ilusión, la remembranza, de la melancolía de hiel… Elijo la segunda opción. .-“Pero quiero no a nadie más” – Dijo ella la con las lágrimas en la garganta . – “El: pero es algo que debo hacer…No quise un tiempo indefinido, porque es indefinido no tienes la culpa de nada debes entender eso desde un principio. Soy yo el que tiene la culpa y el que siempre la tuvo. Medité y pensé esto por mucho tiempo, pero es lo mejor que puedo hacer por ti, para no seguir dañándote. No quiero esto, no quiero alejarme de ti”. . –“Pero. Pero es peor...” dijo Ella. . - El: “ahora es peor o lo parece. Es mejor cortar el miembro, dejar que sane el muñón: a que la carne se pudra de a poco y termine consumiéndolo todo”. . - El: “te amo con toda mi alma” (…) O III Como era amarlo a él, más allá de la armonía y de las palabras. Amarlo a él era tan fácil, pero yo tan necia lo complicaba todo. Amarlo a él era, era estar seguro de que la belleza y que paz en este mundo existe a pesar de todo, porque roce y tacto carecían de perfección. No era imperfecto, solo te hacía sentir real en este mundo irreal de imágenes y arquetipos confusos, era real por yo tocaba su mirada. Cómo un pozo sin fondo. Real, inmensamente real, pero cómo pozo que se reflejaba. Todo era como un espejo, podía verlo. observaba, lo que él veía. Con lo que se quedaba en su retina. Y a pesar de todas inseguridades y corrupciones de este mundo, estando en sus brazos, estaba segura, segura de mí, segura del mundo, segura de que podía cambiarlo, que era sólo tan fácil como creer que solo lo podía hacer cerrando mis ojos imaginado y ponerlo en marcha. Porque todo era poesía, junto a él las notas del acordeón vibraban y doblan los latidos de mi corazón. Durante ese tiempo fue sentimiento tan profundo que podía hacer poesía en una taza de café: “En esta tarde invernal, el frio me sucumbe quiero estar contigo y sentir tu calor no me queda nada. Solo un vaso tibio desteñido. Miro hacia el horizonte, he buscado refugio en tu mirada ya no queda nada. Tic tac, el chirrido de la manecilla, tic tac. Mi corazón se converge al igual que mi mente vuelvo a tomar un sorbo, siento el sabor, y lentamente vas llenándome de calor pensando en tus dulces labios. Mi mente ya no piensa. ¿Serás tú, el único que puede frenar mi motor universal? mi mente, en blanco está como un monje budista solo debo nutrirme, una vez al día con el roce de tus manos en mi rostro. Sentir como mis poros sienten la magia del cariño que recorre mi piel. Para terminar una leve sonrisa de felicidad porque lo nuestro, recién comienza”. Así recién todo empezaba todo era nuevo y hermoso, un nuevo mundo de luz, un nuevo mundo de felicidad completa. Pero uno comete errores, grandes errores por qué la segunda mutación del amor es el miedo, miedo a buscarme y no encontrarme, y yo tenía miedo. Hasta que llego él y lo quebró y tuve un momento de paz. Esto cesó. Amarlo es lo mejor que me ha pasado por que descubrí que por un momento me había encontrado, bueno, ahora me volví a perder. Puedo afirmar, complacientemente, qué nuestra forma de amarnos era de signos y poesías, nos decíamos metáforas, comparaciones y antítesis. Por qué el lenguaje común no era suficiente. Es un amor de carta de máquina de escribir, de papel roneo, de desmembramiento pensado en sorpresas. Era nuestra película, nuestro libro. Nuestra gran novela, que acabo como tal, trágica, pero nos amábamos como correspondía y a pesar de todo aún me sigue importando, como si fuese el primer día. Mi primera parada fue aquel bonsái gigante en que nos sentamos por primera vez. Estábamos a un metro de distancia yo estaba enojada con él, porque él algo me escondía en ese momento. Y comenzamos hablar de la amistad y de la vida, y de que la vida no ha sido amable. Y un desquebrajo el comienza a llorar en ese momento me dio una razón más para seguir enamorando de él. El me evitaba no quería que lo viera llorar y le dije – mírame… llorar no es malo… has visto Santiago contaminado lleno de smog, el cielo gris, las hojas de los arboles grises, la gente apestada caminado y cada vez más la” mierda” se va acumulando…pero cuando llueve el cielo se vuelve más azul, las hojas vuelven a ser más verdes Santiago se limpia. La lluvia son como tus lágrimas llora, ¡llora! y límpiate de lo gris límpiate de la “mierda” y no dejes que se acumule para que no explotes, por aquí estaré yo cuando me necesites, para ayudarte a que todo vuelva a tener color. Y desde ese momento me agarro desde cuello y me besa. Son aquellos besos que estrangulan el estómago porque saben que estas amando, sinceramente amando y hasta hoy en día, ese ha sido un beso inolvidable. Metros más allá está el sauce en el que le pedí “pololeo” todo estaba intacto pero no era lo mismo. Estaba solo el paisaje, era lo mismo pero estaba sola, sin lo nuestro, con sorbo de veneno bailando en la garganta. Me senté en el mismo lugar en donde deje mi orgullo atrás para comenzar algo, algo con él. Me acuerdo que ese día era un miércoles catorce agosto toda la mañana estuve nerviosa. Todas sus amigas sabían, menos él. Como rezaba aun siendo atea porque necesitaba creer en algo en ese minuto…paso el día. Me lo lleve de la mano pasamos por aquel bonsái y conversábamos. Él estaba apurado como siempre, siempre tenía responsabilidades con su familia, con su hermano pequeño. Así que rápidamente lo lleve aquel sauce (por qué siempre los sauces me han inspirado una magia y él tenía que ser cómplice de lo nuestro, del principio de nuestra magia, juntos). Les confieso algo: es que estaba nerviosa. Pero ya era hora. Había pensado en diferentes cosas, pero opte por algo no tradicional. Lo tradicional es de palabra en palabra, pero como nuestro amor trascendía las palabras lo escribí en cartel gigante rojo con la frase “quieres pololear conmigo.” y adjunto un poema hecho para él, en una hoja especial negra con letra blanca, me acuerdo de eso bien. El minuto en que se lo propuse, le dije que cerrara los ojos. Saque el cartel de mi mochila y el poema. Escondí cobardemente la cara porque tenia vergüenza, le dije –“abre los ojos “tenía las manos echas esteros y luego bajo el cartel. Fue el encuentro de su cara próxima a la mía con sus ojos llorosos me besó y le pregunte que respondería. Se rio, me beso y no me dijo nada. Yo tome como un sí. Luego le pase el poema nos recostamos en los mechones de pastos que quedaban. Y mirábamos el cielo y yo siempre buscaba su pecho para sentir sus latidos, su respiración por que no podía creer que esto ere real. Y miraba las hojas del sauce cómo caían, y cómo cambiaba su verdor, una caída cadenciosa. Me paré de aquel lugar lleno de recuerdos y me pasee por ese lugar lleno de memorias. . - “y, who knows… quizás no sea por mucho tiempo”.- exclamo él. . “-¿Seguro que no escondes algo detrás? ¿Es solo esto?” - Dijo Ella . – “seguro dijo él.” . – Ella: “No quiero separarme de ti, ningún segundo.” .-“Por más absurdo que sea, me han absorbido los libros, y junto a ellos un fuerte sentido del deber y del honor. Mío y tuyo, de la necesidad del otro, del trato al otro, del amor. En fin, sabía que no cumplía como buena pareja, ambos lo sabíamos. Y prometí que iba a mejorar, cosa que no hice, empeoré. . - Ella:” Es tu primera vez, primera pareja estable.” . - El: "¿mi primera pareja?” . - El: “mmm...si” - EL: “y siempre lo serás” . - Ella: “Uno comete errores, lo tengo claro, pero para eso estoy, para que aprendas como un ensayo y error. Para que ambos crezcamos como persona y pareja.” - El: “tú no lo necesitas (…)” IV Recuerdos inmemorables que la memoria quiere olvidar. Ambos éramos parte de la vida de uno y del otro, éramos un pilar que acompañaba el uno al otro a donde quiera que fuera, mientras uno se lo pidiera, eso está claro. Mi siguiente viaje “melancoso” es hacia el barrio Lastaría. Comienzo a caminar por lo lugar que desconocía pero algo me llamo la atención como aquella enredadera que cubría aquel edificio, la verdad no me logré sacar de la mente esa imagen. En realidad es que un millón de fantasías se me pasaron, desfilaron una a una. Me imaginaba ahí, contemplando como la “natura” le gana al “antro” y como la armonía era en aquella vista que me parecía sinigual. Me imaginaba en aquel balcón contemplando las estrellas y a lo le lejos, lo suficientemente cerca se escuchaba la melodía de un acordeón, era él, él hombre de mis sueños, lo único que hacía era tratar de respirar dentro de aquel vestido con aquel corsé. El vestido con ese terno como siempre. Me imaginaba como sería hacer que el tiempo retrocediera y estar ahí. .-El: “pero yo soy muy distinto” . - El: “estoy hundido, en un pozo” . - El: “y no te voy a arrastrar conmigo” - Ella: “pero... pero...Eso es lo que amo, amo todo de ti” . Ella: “Llévame” . Ella: “Me dejare caer” . - Ella: “Me toca a mí.” Comencé a caminar, los cafés y restaurantes eran monótonos eran bellos pero no lo suficiente mente mágicos. Siguen siendo monótonos. Los cafés llenos de extranjeros y las gárgolas en los altillos ya no significaban nada absolutamente nada. Lastaría de día era monótono, seguí caminando miraba mis “converse” como se movían una delante de la otra, mientras esquivaba a la gente y a los camareros y ahí llegue. Frente al teatro estaban dando Hamlet contemporáneo (me acuerdo porque justo estaba leyendo ese libro para el colegio).pero miraba aquel teatro de Universidad Católica por un razón en especial. Los recuerdos agudos rondaban como cadáveres putrefactos en mi mente uno a uno se aparecían y de pronto comencé a soñar, a recordar. Estaba caminado en la realidad, veía los objetos que recordaba pero de otra perspectiva. No estaba ahí estaba en mi recuerdo sumergida de punta en blanco en él, sólo me faltaba algo, él. Entré a aquel teatro, veía como salían los capuchinos, los frappés y los lates, el olor era el mismo ese dulce olor a café, café, reconfortante café, nada en el mundo es mejor, salvavidas de almas entumidas , salva mentes, por qué cuando tomas café sientes como aquel liquido recorre . Tiene principio pero lo más importante tiene un final. Ese final trae consigo dos cosas, en primer lugar trae nostalgia porque quieres volver a saborearlo pero a la vez paz por llego a un final, pero aun si lo sientes. Todo tiene un final y volverás a tomar un sorbo muchas veces en la vida por eso creo que el café sigue siendo lo mismo, siempre será lo mismo. La escalera esta igual. Desde un momento a otro el recuerdo se adueñó de mí y fuimos uno. Subía junto a él. Subimos a la azotea de aquel edificio, se encontraba allí el escenario para ver “Ludens”, veíamos la ciudad de noche, las noches resplandecía, era una noche tibia para estar con una”polera” y un chaleco. Los focos nos daban por las espaldas era una noche hermosa como de aquellas películas gringas. Luego del término de la obra contemporánea, muy contemporánea para mi gusto, en fin, una vez terminada la obra saludamos a los actores, a mi hermano y su novia. Nosotros fuimos a caminar. Yo siempre tan enamoradamente volátil y despistada perdida en su vista. De un momento a otro estaba a dos centímetros de un mozo con una bandeja en la mano, el mozo hace una maniobra ejemplar, me mira con cara de “¡fíjate!”, sonreí nerviosa y gesticule con la boca un susurro un “perdona”. Él me agarra del brazo y seguimos caminando, doblamos por la calle antes de la iglesia y comenzamos a describir la arquitectura. Bueno… yo lo hacía, me gustaba hacer eso, decir que aquella casona tenia balaustre “neoclásicos” y “afrancesados” el me seguía el juego, me hacía sentir dudosamente inteligente y completamente segura. Nos sentamos en la acera y comenzamos a cantar tan fuerte que algunos vecinos prendieron las luces se asomaron por la ventana a ver lo que estaba pasando. Entre nosotros nos miramos y reímos a carcajadas, seguimos cantando pero esta vez caminábamos de vuelta hasta que llegamos al otro extremo .En la esquina, frente a la iglesia, había un hombre joven como de veinte años vendiendo instrumentos musicales, por al frente y nos dijo “acérquese, tome los instrumentos sin compromiso” Él agarro un mini acordeón verde de papel de botones y comenzó a tocar de la nada, y yo, agarre otro y empezamos a tocar .No sabía que estaba haciendo pero me sentía bien; la magia de barrio Lastaría hacia efecto, las velas en las mesas, las ventanas circulares prendidas, era mágico, ese lugar era “bohemiamente ”mágico. Comencé a caminar de vuelta, mucho por hoy, suficiente. . – ella: “Caer al abismo” . - El: “no” . – El: “te lo prohíbo” . - El: “no te llevare conmigo” . El: “lo quieras o no” . – Ella: “¿Por qué? Si tú lo hiciste sin conocerme. Ahora que yo si lo hago, no lo dudo y tampoco me importa pensar ahora me fio de mis sentimientos y me dicen que lo debo, necesito hacer.” . - El: “tú no entiendes” . - El: “no me estas entendiendo” . - El: “no voy a dejar que vayas conmigo, lo quieras o no” . - El: “si soy como soy, es por eso” . - El: “y el único que merece estar en un pozo así, soy yo finalmente yo. Yo mismo erguí el pozo con bloques hechos de inseguridades, secretos cinismos y mentiras. No puedo permitir que estés ahí, así conmigo lo que hay en el pozo me reclama de cuando en cuando.” . - El: “y no debes verme así” . - El: “punto, fin de la discusión” Tome la micro que me servía, miraba a la gente toda desconocida, pero de alguna forma algo las unía un lazo. Cada uno con sus problemas y vivencias .Podríamos juntar horas de anécdotas e historias pero yo, noooo, yo solo me preocupaba de lo bizarro que era aquel camión de gas con bebes de juguetes mutilados y el perro”flaite “del cartel que decía: “cámbiate al amarrillo.” Cuando el camión y las guaguas mutiladas se perdieron de la vista, la micro paro, se subió un cantante de micros como iba en la esquina en el cubículo en la parte de atrás de la micro, el músico se puso al otro costado, en el otro cubículo, mientras tocaba “women” de “Los Beatles” y otras canciones que no me acuerdo porque solo estaba absorta en ellas, decidí mirar al cielo. Nadie mira el cielo cuando uno está en la ciudad y menos en un micro. Es otra forma de ver el mundo, veía como cada vez habían menos árboles y más cables, mientras me acercaba a casa, veía como los edificios cambiaban y las tejas de las casas. “Te amo, y te amare susurró el-: “Te amo, no sabes lo cuán importante eres para mí” le repetí una otra vez. Me miro a los ojos y me dijo “al igual que tú lo eres para mí”. “Siempre vas a ser la primera” y ahí creo que saque una conclusión y con esto el fin de aquello, creo que uno no puede emprender un viaje al olvido. Sí, es bello, pero a las personas no se les puede olvidar, solo se puede aprender a vivir sin ellas. Suena el pitido del timbre, miro rápidamente; era hora de bajarme, ya me había pasado el paradero me paro, bajo las tres escaleras y vuelvo a tocar el concreto pero esta vez de un forma totalmente diferente…. ¿Fin al fin? No lo creo.
Página 1 / 1
|
LAPIZ ESCRIBE
camila