Datos sobre Nietzsche y Así habló Zaratustra.

"La voluntad del goce, inseparable de la voluntad de poder, exige arrojar la racionalidad al cuarto de los trastos inútiles; el hombre "es una cuerda tendida entre la bestia y el Superhombre: una cuerda tendida en el abismo... Lo más grande del hombre es que es un puente y no una meta; lo que debemos amar en él es que constituye un tránsito y un ocaso". (Así habló Zaratustra, lll). Es decir, el destino de los hombres encarna la evolución irracional del universo y tiene la irrenunciable necesidad de de reafirmarse, de volver constantemente sobre sí mismo, por lo cual todo momento en la vida del hombre es repetido. En Nietzsche, el tema del eterno retorno está lejos de vincularse al pensamiento oriental y niega explícitamente todo contacto con la dialéctica de los ciclos repetitivos, tan característica de los viejos griegos. Para Zaratustra, el eterno retorno significa un proceso de negación-superación, como en la dialéctica post-hegeliana."

"(...) su texto es una ardorosa defensa del conocer verdadero que proporcionan la poesía, la intuición, la adivinación, contra los dogmas establecidos del pensamiento lógico y contra los poetas consagrados, a quienes "no es lícito preguntar por su porqué" (uno de los aguzados alfilerazos que lanza contra Goethe)."

Primera "edición libre de manipulaciones por Kart Schlechta, editorial Hanser, de Manchen, en 1956."


"Menos obvio y más difícil es acotar el terreno que su obra ocupa dentro de la tradición filosófica alemana, sin cuyo contexto Nietzsche resultaría un fenómeno inexplicable. Educado en la rígida escuela post-romántica, que retoma "la imposibilidad de conocer" Kartiana, para contraponerla a la filosofía como saber absoluto, Nietzsche resulta epígono, más literario que filosófico, de Schopenhauer. Del autor de El mundo como voluntad y como representación toma Nietzsche las líneas maestras que le permiten construir los conceptos antagónicos dionisíaco y apolíneo. Para Schopenhauer y para Nietzsche, de lo que en verdad debía ser liberado el hombre era de la pesada carga del racionalismo hegeliano, que apenas dejaba lugar para la reflexión individual, subjetiva e íntima Nietzsche se convierte así en el más radical crítico de la racionalidad, en nombre d elos derechos del espíritu: "Qué me importa mi razón? Acaso ansía ésta el saber, como el león su alimenbto, o es pobre y sucia, una voluptuosidad miserable? (Así habló Zaratustra, lll). De la tradición filosófica alemana, Nietzsche recata la que pone el acento en la voluntad y en la intuición, forzando las fronteras entre la especulación filosófica y la actividad poética. Pero hay un momento en que Nietzsche rompe abiertamente con Schopenhauer y su lúcido pesimismo: ese momento es particularmente brillante en Así habló Zaratustra, donde el vitalismo de Nietzsche  llega, por el heroísmo, a la alegría."

De interés:
Georg Brandes, Nietzsche: Ensayo a cerca del radicalismo aristocrático, en 1889.
Bernard Shaw, obra de teatro, Hombre y superhombre.