PAPELITOS DEL 82
Publicado en Aug 23, 2013
Yo pensé que podría vivir sin un amor que tener ni un lugar donde vivir
mas tan equivocado estaba que cuando me quedé sin un amor y sin un lugar explotó en mil pedazos mi gran espejo interior. Así mi mirada perdió el brillo tanto que ya no se reflejaba el cielo en mis ojos ni la luz de la espada guerrera de mi interior. Estuve sorteando infiernos imposibles que quemaban mi ajado corazón, que ya estaba yo tan invisiblemente quemado que ni Dios me veía llorar sólo en mi habitación, sólo con la soledad sola, sólo conmigo, sin Dios. Tengo mil anécdotas de poeta infiltrado y ningún testigo… Tal vez alguna foto perdida en algún álbum viejo y con pocas hojas… Yo pensé que podría vivir sin un amor que tener ni un lugar donde vivir mas tan equivocado estaba que cuando me quedé sin un amor y sin un lugar vinieron a mi encuentro los papelitos del 82’ y un fantasma en cada ciega noche que me tocaba enfrentar tan sublime como el reo soporta los agotados días de la prisión, tan temerario como se mira al espejo un payaso sin maquillaje. Estuve encerrado en Buenos Aires y libre en el recuerdo del fin del mundo mas ausente del presente yo estuve. Fue el momento en que apareció, frente a mí, el amor de mi vida, abrazándome fuerte y tiernamente al costado del tren. Ya no puedo vivir sin ella. Ya no logro dormir en mi lecho si no está ella. Porque ella… Tan ladrona ella, me ha robado para siempre el corazón.
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