PRIMERA PELEA A LOS TRES MESES DEL MATRIMONIO
Publicado en Aug 25, 2013
PRIMERA PELEA A LOS TRES MESES DEL MATRIMONIO.
“Pensativa y silenciosa recostada en un sillón” Como dice la canción, así estoy en el día de hoy, recordando palabras amargas y dulces, de hace unos cuantos años. La historia es como sigue: Habían pasado tres meses de mi matrimonio con un caballero español. Todo marchaba bien ya nos cubría la felicidad de esperar nuestro primer hijo, poco a poco nos adaptábamos a nuestras costumbres, no era fácil, diferencia en las comidas, en las costumbres, en el lenguaje, yo obsesionada por la música y mi esposo por la poesía. A mi esposo no le gusta ver televisión antes de dormir, prefiere leer historia de cualquier país y le encanta declamar poesías (Lo hace bien) Una de esas noches le dio por declamar “La esposa infiel”, de Federico García Lorca y en la medida que recitaba me fue dando sueño hasta quedar profunda. Al día siguiente, quise saludar a mi esposo con un beso, me rechazó, voltio la espalda, ¿Qué te pasa? Pregunté, no respondió, me preocupé y volví a preguntar ¿Qué te pasa? Y respondió: Creí haberme casado con una mujer que me amaba, que compartíamos todo, que podía dedicarle muchas poesías de amor, pero me equivoqué, me desprecias, me dejas declamando solo, como un bobo, te apartaste de mis brazos, te volteaste, sin escucharme, sin pedir disculpas, sin un beso, sin responder mis caricias, ¡Vaya, maldita desilusión! A lo que respondí: “Maldita desilusión la mía” creí haberme casado con un hombre comprensivo, que entendiera que mi sueño en estado de embarazo es normal, es involuntario, no tuve culpa de mi sueño, no puedo controlarlo y si armas semejante molestia por tan poca cosa creo no poder tolerarte. Mientras yo respondía él se duchaba, se arreglaba como todos los días cuando sale al trabajo, pero era domingo y bien temprano. Mientras se afeitaba decía palabras que yo no entendía. Le dije: habla claro, no entiendo lo que dices, terminó de afeitarse y me dijo: si dices que no me puedes tolerar, yo tampoco te puedo tolerar, me llené de ira, me arreglé y salí del apartamento, cerré bruscamente la puerta. Caminando por la calle pensé ¿A dónde voy? Oh, no a casa de mis padres no, mi padre había reprochado que me casara con un español, seguí pensando ¿qué hago? Si yo no lo amara sería la mejor ocasión de separarme, pero lo amo y mucho. Resolví tomar un taxi hasta la Comuna Providencia a la casa de mi suegra. Ella se sorprendió al verme sola y tan temprano, le conté lo ocurrido y ella me dijo: parece un juego de niños, ustedes son muy jóvenes, tómelo como el juego que es. Él me llamó y viene para acá, recíbalo sonriente y con el amor que dice profesarle. Él está preocupado, reproché su comportamiento, me entendió y confesó el gran amor que siente por usted. Esa pelea no tiene trascendencia, mejor, preocúpense por la buena educación de su hijo que viene en camino. Llegó mi esposo, cuando lo vi abrí mis brazos y le sonreí, él me abrazó, me besó y dijo: “Anda Guapa, que te vas cuando te da la gana”, desayunamos con la suegra, fuimos a misa y regresamos amorosos al hogar.
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Romn Romani
Tienes (no sé si sea solo en esta historia) una forma interesante de escribir, es curiosa, y te funciona bien. Hablas de una historia, como si el lector la conociera, después recuerdas que no es así y en breve das los antecedentes, juegas con la narración, no sé si me explique bien. Pero en fin, la historia es muy agradable, parecida a una que escribí hace un tiempo, si la lees, tal vez lo deduzcas jejeje
me gustó.
saludos afectuosos
Matilde Contreras
Cordial saludo. Matilde.
Stella Maris Sanhueza
Matilde Contreras
GLORIA MONSALVE
suele suceder. qu ea veces por pequeñas circnstancias nos peleamos. nos decesionamos.. lo mas importante como dijo la suegra es entender y no caer en el juego de niñerias... se va aprendiendo a madurar... atolerar y a vivir en pareja que no es facil de lograr
me gusto
muy biwen
abrazos
Matilde Contreras
un sentimiento
BIENVENIDA A TEXTALE
Matilde Contreras