EL AMOR COMO UN CAMINO SIN MENTIRA
Publicado en Sep 05, 2013
EL AMOR COMO UN CAMINO SIN MENTIRA
Antes que termine este día quisiera hablarles nuevamente del amor, como un camino sin mentira. Ya esta altura tendríamos que tener bien en claro qué es el amor. Nos vemos rodeado de un amor falso, de un amor mentiroso, de un amor que engaña, una buena definición nos la da el gran Padre de la Iglesia: "La mentira consiste en decir falsedad con intención de engañar" (San Agustín, De mendacio 4, 5). ¿Puede decirse que en el amor puede haber lugar para la mentira? ¿En una pareja puede dejarse espacio al engaño, a la falta de verdad? Tristemente sucede. Dirán: ¡Pero qué pesimista este chico! No sé si tan así; lo que podría decir es que veo día a día la decadencia del amor, la caída de la dignidad humana, la desaparición del ser persona, la banalización de lo sagrado. ¿Entonces qué podría hablar? ¿De qué podría alegrarme y por qué expresar exaltación por algo que va para atrás? Pero aún queda esperanza, aún existen personas dispuestas a dar todo por la otra persona, a entregarse por completo, a ser generosos en el amor, a conseguir el amor verdadero y serlo. Como todo camino el amor presenta piedras, desvíos, atajos, saltos, peligros, alegrías y encuentros. Este es un camino que se inicia solitario, sombrío, a oscuras; es un camino que se necesita valor para transitarlo, ¡mucho valor! Se necesita formación, se necesita experiencia, ¿en el amor? No, no. El amor se encontrará a la mitad del camino, antes tiene que pasarse por otros momentos en los que si no quieres caminar sólo, tendrás que tomar el camino de a dos y, siendo un camino muy pequeño, tendrá sus caídas, sus desvíos, sus piedras y dolores. ¿Tendremos que transitarlo sólo? No, al inicio sólo un rato. Cuando tú te decidas a encaminarte hacia el verdadero amor, estarás dispuesto a caminar sólo y llegar rápido a los brazos de tu 'media naranja'; si decides ir acompañado, trata de no soltarte nunca de la mano de la otra persona, sino te verás con las consecuencias. Cuando llegamos a ese amor, cuando podemos caminar, estamos seguros en las vías de la verdad, en el camino del amor, no tenemos miedo, ya que "no hay temor en el amor verdadero" (cf. 1Jn. 4, 18). Este camino que emprendemos, tiene que ser un camino sin mentira. ¡Un camino en dónde podamos confiar de la otra persona y hacernos confiables para la otra persona! Hay oscuridad, no se puede ver nada, sólo la luz de los ojos de la otra persona son la guía. ¡Ese es el amor puro y verdadero! Un amor en el que podemos confiar, podemos mirarnos a los ojos y caminar juntos a la par. Pero, cuando uno de los dos falla a la promesa de la verdad, nos perdemos, caemos, nos lastimamos, lloramos como niños abandonados en medio del camino. ¡No llegamos a cumplir nuestro cometido! Muchas veces, nosotros por querer mirar otros ojos "más lindos", por querer tratar de acompañar a dos personas a la vez en el camino del amor, nos agarramos de la mano de una persona, tratamos de alcanzar a la otra y nos lastimamos, nos forzamos demasiado y, como ya dije, nos cansamos de llenar la lista de amoríos pasionales. Cuando nos damos cuenta no tenemos ni una mano, ni la otra, ¡perdimos a las personas! Y, lo más triste, nos perdimos nosotros. Capaz, y sucede casi siempre, la otra persona hizo lo mismo que nosotros. ¿Pero qué es esto? ¿Pero qué sucede? ¿Dónde está la dignidad y el respeto por la vida humana? Nos olvidamos de lo que somos y nos tratamos como premios, como cosas, ¡nos cosificamos!, tenemos la lista llena de premios -que no niego que puedan ser lindos recuerdos-, pero siguen siendo tristes premios que ya no tenemos. ¡Seguimos jugando en la mentira! ¡Seguimos jugando en la falsedad! Para concluir, les recomiendo que antes de emprender este camino de amor, este camino de verdad, este camino de entrega generosa, nos plantiemos seriamente si es la persona indicada, si estaríamos dispuestos a cruzar por oscuras quebradas y caminar a la par, ¡tratemos de respetarnos! Y, ¡cuántas parejas terminan cuando aparece la mentira! ¡Cuántos matrimonios acaban cuando la verdad desapareció de la vida! Piensen en la familia que tienen, busquen herramientas para que esa verdad no se termine, para que la mentira y el engaño salga de su hogar que tanto lucharon para lograr. ¡Somos seres humanos, somos personas dignas, respetemosnos! Una vez en el camino, si son cristianos, recuerden que "el que ama, construye" (cf. 1Cor. 8, 1), y construye edificando en aquél que es amor (cf. 1Jn. 4, . ¡No pierdan las esperanza! Y si ya se terminó el amor, bueno, es hora de volver a empezar a construir en la verdad. ¡Tenemos muchas herramientas para no fallar en este camino de amor, en este camino sin mentira! "La medida del amor, es amar sin medida" (San Agustín). ¡Buen año nuevo 5774 Judío! ¡Rosh Hashaná!!
Página 1 / 1
Agregar texto a tus favoritos
Envialo a un amigo
Comentarios (0)
Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.
|