La libertad y la cárcel moral.
Publicado en Sep 20, 2013
La necesidad de plantear este tema es simple: la toma de decisiones. De las más cotidianas y aquellas en las que tengo efecto directo sobre otras personas.
Altruista o egoísta y por qué. Hagamos un par de planteamientos. Somos libres de elegir, de hecho no puedo no elegir, sin embargo, la situación en la que me halle condiciona y coarta mi libertad. Pero, en última instancia soy yo quien elige y no otro. Las distensiones internas se producen cuando surgen dudas morales. La moral es el manual del comportamiento, que dicta esto bueno, debes hacerlo, esto otro malo, no debes hacerlo. Suele funcionar, pero no se lleva muy bien con aquello del libre albedrío, que irónicamente, al fin y al cabo es otro tipo de moral, éticamente es: haz lo que quieras, tú eres responsable. Nos pueden surgir dudas morales diariamente, llegando a interrogantes tales como, ¿Debería yo meterme en esto? ¿Es cada individuo absolutamente libre de hacer lo que le plazca sin importar el daño que puede causar a alguien? ¿Debe un mentiroso exigir que se le sea sincero? La respuesta a las dos últimas preguntas puede ser afirmativa, pero sólo existe la justicia del que puede en ese camino. Desde este punto, sólo encontraremos nuevas preguntas, que sólo podremos responder mediante el uso de ideas alienas, y no propias, por tanto carentes de libertad.
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