El tiempo
El hombre estaba preocupado por las finanzas y las cuentas de su casa. Sacaba en unos papeles cálculos y los anotaba para tacharlos y volver a calcular.
No vio venir a su hijo de 4 años, que se hecho a llorar en la puerta del dormitorio.
-¿Que pasa Miguel porque estas llorando?- Miguel le contesto entre sollozos.
-Por nada papá, lo que paso es que mami me enseñó a leer el reloj y me dio dos galletitas, una se llamaba minutos y la otra horas, y estuve jugando y de pronto puse las horas sobre los minutos y me las comí en un instante y me quede sin nada, y que le voy a decir a mamá...
El padre rió consolando al niño, y comprendió que aquellas palabras eran una lección para él.
 Dejó sus cálculos y preocupaciones y fue a jugar toda aquella tarde con su hijo, no vaya a ser que el también se comiera los minutos y las horas y ya nunca mas las volviera a recuperar.