EL HILO DEL GAVIERO
Publicado en Sep 25, 2013
EL HILO DEL GAVIERO
En un renacer de recuerdos, cuan grato se hace ese encontrar de menciones que un día hicieron posible un soñado “algún día”, que naciera del alma para que con el tiempo se hiciera la más hermosa realidad. Un día, cuando las voces eran incipientes, la afinidad de las almas con las letras nos hizo leer una publicación literaria que hacía referencia a una invitación para el escritor Álvaro Mutis a visitar la amable tierra tica. Habían referencias específicas sobre algunas peticiones del ilustre visitante, y las mismas hacían hincapié sobre el pedir una habitación de hotel con una vista de cafetales y platanales, la cual hacía evocación a su pedazo de tierra tolimense, limítrofe con el Quindío, en esa cercanía del hermoso Valle de Cocora, donde la palma de cera se eleva majestuosa, y lo que a la vez, en las letras del escritor fue comparado con los cafetales que un día hicieran parte de la antigua hacienda de los Dent, allá en la lejana capital josefina. Ese recorrido histórico y literario hizo cercanía en dos almas que un día se conocieron, primero en las letras, después en la voz, aún antes de una tarde que uniría los labios en el nacimiento de una hermosa y amorosa cercanía. Retomamos con frecuencia el pasaje del escritor en una conjunción de verdes cafetales y elevados platanales para descubrir la similitud de espacios de paisajes colombo-ticos, y encontrar la casualidad de la vivencia que quedó sembrada en ese cafetal que el paso del tiempo convirtió en barrio residencial de la capital tica, dejando enterrado el lazo umbilical de quien ofrecía su ternura pero que en las evocaciones acrecentó la cercanía, como la del escritor con el gaviero, haciendo unidad del alma con el recién llegado colombiano. Fue ese escritor costarricense, con su evocación de Mutis, un hilo de unidad que trajo los recuerdos del afamado hombre de letras y que siempre se quedó en los corazones de la amorosos seres, que sin pensarlo, un día, encontraron en el magazín dominical las letras que fueron cercanía… unidad… afecto… ternura… comprensión… amor… gozo… Hoy junto con el luto en las letras, la evocación se hace extensa; la voz del poeta y escritor se ha silenciado, pero su recuerdo seguirá vigente mientras los corazones seguirán viendo el Valle de Cocora cerca a Coello admirando el paisaje que Maqroll el gaviero siempre amó, y mientras tanto en dos corazones se siguen reeditando las letras que un día sembraron los amantes y las que vuelven a cobrar vigencia para mantener la emocionalidad. Y aunque el poeta haya marchado con sus letras vivas hacia un cielo, en nuestras almas las frases de un artículo lejano que hacían remembranza, vuelven a cobrar vida para refrescar en el paso del tiempo esa feliz coincidencia que una invitación a Mutis, alimentó la ilusión… vivenció el amor… encontró la ternura… y nos ha hecho vivir el más lindo amor. GENOVA QUINDIO. 23 de septiembre de 2013 LUIS FERNANDO FRANCO CEBALLOS
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Getzeman Gonzlez
Saludos.