Llegó un día en el que el no paraba de pensar y pensar, llegó un día en el que aunque el espacio no era aquel que el pensaba, sentía que era inmenso, que era imposible llenar el espacio creado, y mucho menos recorrer la distancia ocupada por ese espacio, el espacio, la nada que lo contiene todo. Llegó ese día en el que el espacio entre uno y otro los trago, el día en que parecía imposible que aquel espacio se consumiese, llegó el peor de todos los días, el se había convertido en el todo, y ella en la nada del espacio, el no sabía que hacer, tenía presente que el, que era todo, no podía vivir en otro lugar que no fuese la nada, que si salia de aquel espacio envuelto de nada, no podría existir, porque nada puede existir sin espacio, en ese momento, el se vio obligado a llegar a su revolución interior, se vio obligado a sumergirse en una locura que le haría libre,y es que el se dio cuenta de que, el no podía existir sin un espacio lleno de nada, pero la existencia de ella no merecía la pena sin un todo que llenase la nada, entonces se sintió fuerte, se sintió importante, sintió que el era el contenido, era lo importante, era lo que realmente tenia valor de todo aquello, se dio cuenta de que realmente, el no dependía de ella, si no ella de el, se dio cuenta de que a el le daría igual que ella no existiese, ya que si ella no existía el tampoco, pero ella tenía que existir sin el, y existir sin un todo, existir en la oscuridad, en el silencio, en la soledad, eso, es peor que tener que decidir si existir o no existir. Así el, llego a la conclusión de vivir su todo tal y como el lo quería vivir, manteniendo con vida a ella que como nada que era, en nada influía, simplemente era una presencia. Así, poco a poco, ella fue desapareciendo por la poca importancia que tenía su existencia, mientras el se hacia más y más grande, mientras el llenaba su todo con más cosas, y ella simplemente se limitaba a mantenerlo dentro.