Confesiones en el elevador
Publicado en Sep 29, 2013
Cap. 1: Atrapados
Gabriela llegaba tarde al congreso de psicología que se realizaba en el hotel Inka Place de Manhattan. Se alisó el cabello y se acomodó el chaleco; quería dar una buena impresión a toda la gente que la viera pasar. "No puedo creer que tuviera que venir antes", pensó. La conferencia que iba a presentar era para el día siguiente, pero el organizador del congreso le habia pedido que se presentara antes por si algún otro conferencista cancelaba a última hora y tenían que llenar el espacio libre. Así que ahí estaba. Decidió ir a su habitación a dormir un rato, el viaje habia sido largo y estaba cansada. Sin prestar atención subió a un elevador, entonces se dio cuenta de que solo una persona estaba ahí: su antiguo compañero de clases, David. Él estaba tan absorto que no notó la presencia de Gabriela hasta que el elevador cerró las puertas. Volteó desconcertado a todos lados y la vió. -Oh, genial- dijo-. No puedo creer que te haya encontrado aquí. -¿En serio? Pues yo no estoy tan contenta de verte- replicó Gabriela. -No importa, me bajo en el siguiente piso- dijo David. Ambos permanecieron en silencio. Un minuto después, el elevador se paró con un fuerte chirrido y las luces se apagaron, reemplazadas por un resplandor rojizo. -No puede ser. ¡El elevador se apagó!- exclamó David. -Esto no puede estar pasando- musitó Gabriela. El elevador se había quedado estancado.
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Mercedes