Aquella vieja historia.
Publicado en Oct 01, 2013
AQUELLA VIEJA HISTORIA. Comiendo tú dolor me acerque a ti, Empujándote tras la correa, Fingiendo plegarias con premura Alabando cada parte de tu estructura. Fui aquel niño que en nada pensaba, Al que le regalaron una historia inventada Ocultando en ella su realidad, Obteniendo el obsequio que no esperaba recibir. Las olas que se levantaban en el mar Eran los pasos que hacíamos individualmente. Las coplas del viento y el ruido sonoro Las palabras que se llevó la sudestada. Me tomo por sorpresa tu sencillez, Cuando al bajar del autobús te hable. Había dado el primer paso, Mis labios se estimulaban con mi sentir De la manera que se relaciona con la sociedad Invitándote a fantasear cualquier murmuro. Me atrajo tu forma de caminar, Me encariño tu pensar Y me enjaulo, conquistándome, tus labios. Tus labios con los míos al besarse, Esos besos que nos llevaba más lejos de nuestro objetivo Cada abrazo era una muestra de afición. La mejor prueba de esta lujuria es un volcán, Un volcán en erupción, enardeciéndonos en el tálamo. La sensibilidad del uno con el otro Que nos puso en el mismo lugar. Pero aquella vieja historia un día finalizó Así como la vida terminara conmigo Y contigo, cariño. Perpetuando en tus noches antes de dormir Estaré en tu memoria, en eso retratos fotográficos Hablándote al oído, demostrando que aún sigo junto a ti A pesar de que la llave de tu corazón ya no la tenía.
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LAPIZ ESCRIBE
Marcos Pereyra
Muchas gracias por tu momento de lectura, un abrazo.
kalutavon
Marcos Pereyra
Cordiales saludos.