MI SOLEDAD
Publicado en Oct 01, 2013
Mi soledad
“Caminar y caminar Ya comienza a oscurecer Ya la tarde se va ocultando” La tarde se ocultaba y mi cansancio se manifestaba. Pasaba horas y horas caminando por las calles de Viña del Mar, cargando mi guitarra al hombro, buscando oportunidades para ser escuchada mi voz y mi guitarra. Quería hacer parte de un grupo de chilenos que dedican los días festivos a cantar canciones y bailar con los extranjeros y turistas que visitan Valparaíso y Viña del Mar. “No es posible”, respondían los integrantes del grupo musical a mi propuesta, sin sospechar el dolor que yo sentía. Una tarde cualquiera, me senté en una silla de madera de las que hay en las calles de Valparaíso, afiné mi guitarra, veía tanta gente feliz, parejas de enamorados, niños con sus padres, familias paseando, observando los barcos, tomando fotos y grabando videos, y yo sola, sin el novio que había terminado nuestra relación y lejos de mi familia. Con un nudo en la garganta empecé a cantar: “Qué solitaria estoy, hoy sin tu amor, Todo perdí, perdiéndote a ti”. Cuando terminé de cantar regresé a mi apartamento, prendí las luces, entré a la cocina, busqué en la nevera algo de comer, tomé leche y comí pan. Pasé a la habitación, prendí la televisión, pero la triste soledad no dejaba concentrarme, entonces apagué ese aparato, me acosté, abracé mi almohada como si se tratara de un ser querido, la inundé con mis lágrimas, sin que me pudiera consolar de tanto desamor y soledad. Al día siguiente, volví a caminar y caminar, igual con mi guitarra al hombro. “Mi guitarra, mi querida guitarra”, mi verdadera compañera, mi alivio, mi anhelo, mi todo, la que acompaña mi voz cantando canciones que van con mi sentimiento y así pasaba los monótonos días de mi vida. Pero como bien dice el dicho “No hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista” Un domingo, como de costumbre sentada en el mismo sitio y en la misma silla empecé a cantar esa bella canción de amor “SENDERITO DE AMOR”, sin terminar de cantarla, sorpresivamente, recibí aplausos de varias personas, y un joven acompañado de una guitarra se sentó a mi lado, me pidió disculpas por interrumpir la canción y me comentó que varias veces me había visto y oído cantando, que le fascinaba mi voz, pero que no se había atrevido a decírmelo. Me sentí satisfecha y le comenté que mi obsesión era la música, él me respondió que Igual le sucedía, que no podía vivir sin la música. Me dijo su nombre y yo el mío. Le comenté del rechazo que sufrí cuando propuse cantar con unos chilenos y él respondió: No puedo creer que una chica joven y linda como tú, haya sido rechazada. De ser así se perdieron de una linda voz y de una linda persona. -Gracias Alejandro. -Ximena, ¿te gustaría que cantáramos en dúo? -Claro, me gustaría. - ¿Qué canción te gustaría que cantemos en dúo? -He deseado cantar en dúo “Hijo de la luna”. Ensayamos la canción y resultó bien. Ensayamos muchas canciones más en mi apartamento. Alejandro propuso que los dos, también cantáramos al público de la calle, acepté y fue un éxito, recibimos muchos aplausos y luego cantábamos en teatros y bares. Sentí que mi vida cambiaba, nacían nuevas ilusiones. Me admiraban por mi físico y mi voz, igual que admiraban de Alejandro, la elegancia, el carisma, los ojos color café y su sonrisa. Alejandro opinaba que no cantáramos canciones conocidas, que era mejor componer nuevas canciones, pero fue él quien se dedicó a componer canciones y la primera que compuso hacía referencia a mi rubio cabello, a mis pecas, a mis ojos color miel, a mi sonrisa, a mi bonito cuerpo y a mi pequeña estatura. Eso fue en la primera canción, la segunda fue la historia de mi rechazo y soledad. Todas las canciones que Alejandro componía eran todo un éxito. Confieso mi verdad. Yo me enamoré de Alejandro y todos los días de mi vida soñaba con ser su novia. Cada bonito detalle de él me enamoraba y mucho más cuando a los dos nos aplaudían y nos admiraban. Un día Alejandro me dijo te dedico esta canción: “Yo no sé mañana, “Yo no sé mañana, Si estaremos juntos Si se acaba el mundo Yo no sé si soy para ti Si serás para mí” Cuando Alejandro terminó de cantar sentí desfallecer. Pensé tres cosas: piensa alejarse, es casado, o no está enamorado de mí. No tuve palabras, sólo lágrimas y cuando terminé de llorar le pregunté -¿Te vas? ¿Terminará nuestro dúo? -No terminará el dúo, podremos seguir triunfando, seremos buenos amigos y buenos músicos dependiendo de tu decisión. -¿Qué tengo que decidir? -Tienes que decidir si me aceptas como amigo homosexual -Alejandro, el problema no es que seas homosexual, el problema es que estoy enamorada de ti. -Querida Ximena, el problema dejará de ser problema cuando pase el tiempo y te enamores de un buen hombre, y por mi parte te ofrezco mi sincera amistad, mis deseos de continuar cantando en dúo contigo, de acompañarte, de apoyarte, de ayudarte y de retirarme, si así lo deseas. -Bien Ximena, ya sabes mi verdad, ahora te pregunto: ¿Puedo seguir mi amistad contigo? _Claro que sí Alejandro, por favor, no me dejes sola, me basta tu amistad para no sentir soledad. Todo seguirá igual en nuestra amistad, te acepto como eres. -Minutos de silencio interrumpieron todo comentario-, luego nos despedimos. Llegué a mi apartamento, me tendí en mi cama, volví a abrazar a mi almohada y la volví a empapar de lágrimas, pero, yo, como que sentía que la almohada me consolaba, como que me decía: ya no estás sola, tienes un buen amigo o “amiga” anímate, sigue adelante. Me levanté de la cama creyendo el consejo de mi almohada, me miré al espejo pensando que ya las cosas no caminaban bien, pero que se había solucionado la mitad de mi problema, no tendría novio, pero ya no estaría sola. Limpié mis lágrimas, me peiné de cola de caballo, apliqué brillo en mis labios y seguí pensando “No todo está perdido”. Creo en la sinceridad de Alejandro, en sus éxitos, lo respeto, pienso que puede ser más sincero que cualquier otra persona. Pasaron dos semanas y me fue pasando el enamoramiento hacia Alejandro y por vez primera lo sorprendí, con mi primera composición de una canción que nació de mi verdadero sentimiento sobre lo que representa la amistad, sin que importe el deseo sexual, sin escandalizar un estado personal. La letra de la canción fluyó fácilmente, la música si fue difícil, no sabía qué ritmo darle, pero un día como por gracia del Espíritu Santo llegó a mi ser una linda melodía que se adaptó bien a la letra de mi canción. Los ojos de Alejandro brillaron como gotas de cristal, por la felicidad de tan bella canción inspirada en su historia de amistad, de arte y de sinceridad. Alejandro, me abrazó para agradecerme y prometerme que la composición de mi canto sería un éxito en el futuro. Quedé satisfecha, con la esperanza del éxito de mi canción y sin perder la esperanza de encontrar un día el novio que me haga feliz.
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un sentimiento
Saludos y felicitaciones
un abrazo amistoso
^.^
Matilde Contreras
oscar
Matilde Contreras
Stella Maris Sanhueza
Matilde Contreras
DEMOCLES...(Mago de Oz)
UN ABRAZO....EXCELENTE
Matilde Contreras
Matilde Contreras