Romeo Murga, el poeta adolescente
Publicado en Sep 02, 2009
ROMEO MURGA, EL POETA ADOLESCENTE Siempre es dolorosa la muerte de un hombre, es una vida que pierde lo que era y lo que pudo ser, pero es doblemente doloroso cuando el que muere es un joven en la flor de la vida y quizás lo es aún más, cuando el fallecido es un artista, un poeta, un creador de sueños que perdieron sus alas antes de emprender el vuelo. Este podría ser el epílogo para la breve vida de Romeo Murga quien estuvo a punto de transformarse en uno de los más grandes y prolíficos escritores de Chile. Romeo Murga nació en Copiapó, el 18 de junio de 1904, cuidado por su madre y su hermana mayor, Berta, creció en un ambiente ordenado y de buenas costumbres, estudió en el Liceo Alemán de Copiapó, para luego en marzo de 1920 trasladarse a Santiago, donde comenzó sus estudios de pedagogía en francés. Por aquel entonces, el viejo edificio del Instituto Pedagógico era el hervidero poético de nuestro país y en sus pasillos discutían sobre estética y arte, decenas de jóvenes entre los cuales destacaban Rubén Azócar, Pablo Neruda, Eugenio González y Víctor Barberis. En una época en que se creía que las ideologías y las revoluciones transformarían a los hombres para construir un futuro mejor, el valor de la poesía parecía incalculable. Pero Romeo Murga era silencioso, de conversación tranquila y trato afable. Como lo describe Neruda, su compañero de pensión y de pobreza, en uno de sus poemas, años después:"Un niño solitario y dormido, atravesando en silencio las piezas anochecidas".Murga pronto empezó a publicar sus primeros versos en revistas de la época, sobretodo en Claridad, en Educación y Cultura y en Zig-Zag, no sólo poemas, sino también traducciones de autores franceses y criticas literarias. Se tituló de Profesor de Estado en la asignatura de francés y es nombrado Profesor del Liceo de Quillota (Actual Liceo Santiago Escuti Orrego) en 1924. Uno de sus alumnos fue el futuro poeta y novelista Luis Enrique Délano y su Rector el también escritor Darío Cavada. Este profesor poeta, alto, delgado, de rostro moreno pálido y ojos verdes, vivía más que para la pedagogía, para el amor y los libros. Otro de sus mejores alumnos, Elías Ugarte Figueroa, lo describirá de la siguiente manera: "Un visitante de un planeta de sueños que sólo ha descendido a la tierra para caminar con los ojos vendados o perdidos" En Quillota empieza ya a sentirse enfermo de tuberculosis, la enfermedad clásica de los poetas a comienzos del siglo 20. Viaja, cuidado por su familia, a San Bernardo. De esa época es uno de sus últimos poemas, en donde dice: "Mi madre está diciendo que me muero de fiebre. No es verdad. Voy viajando por ciudades remotas. Quizás dentro de poco mi espíritu se quiebre por este mar donde llevo mis alas rotas". Romeo Murga, copiapino de nacimiento; pero quillotano por adopción, muere el 22 de mayo de 1925, cuando aún no había cumplido los 21 años. En 1946, quizás simbólicamente, 21 años después de su fallecimiento, se hermana retomará la publicación de sus poemas. Si bien, en su tiempo, su muerte no fue dimensionada cabalmente, las actuales generaciones de escritores han valorado y redescubierto al poeta- niño que amaba el silencio. El también poeta Angel Cruchaga, en uno de sus libros le dedicará quizás el más hermoso, sensible y melancólico recuerdo: "Aquí vino a morir Romeo Murga, pálido joven de cristal herido, Aquí oyó un horizonte de pájaros creando la mañana; y entre sus manos la canción caía como cálida esencia derramada".
Página 1 / 1
Agregar texto a tus favoritos
Envialo a un amigo
Comentarios (0)
Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.
|