La Travesía De La Inteligencia
       Detrás de dos montañas con una curiosa forma de triangulo isósceles, y una verja con números forjados en el sólido metal. Existía un mundo donde la inteligencia envolvía la mente de sus pobladores y nadie que no se destaque por su capacidad era bienvenido allí. Sin embargo nadie sabía porque aquel lugar conocido como inteligendi solo era poblado por seres intelectuales. En el palacio de aquel mundo tan especial había un antiguo escrito en un extraño lenguaje de números decía que una intelectual joven visitaría aquella ciudad y gracias a su intelecto descubriría algo muy importante sobre aquella característica del hombre que lo hace único. 
      Una tarde sin saber en lo que le esperaba, una joven que estudiaba algebra llamada victoria  estaba buscando sus libros. Cuando observó entre sus tomos de física y matemática una extraña abertura. Que será aquello, porque había aparecido allí, aquellas preguntas recorrieron cada uno de los rincones de su mente, y una curiosidad  insuperable invadió a aquella niña, cuyos ojos se abrieron más por la sorpresa que aquella misteriosa aparición le causo.
      Un viento poderoso dibujando un seis en el aire convirtió su cuerpo en un remolino y atravesando aquel cráter extraño desapareció. Unos momentos después se materializo nuevamente en medio de un paisaje soleado desconocido para la niña. Donde el sol invadía aquel cielo  celeste que momentos antes nubes de extraña forma lo habían ocupado, donde había llegado, porque lo había hecho. Esas preguntas se convirtieron en enigmas sin solución, mientras sus ojos eran atraídos por aquellas montañas de forma triangular que flanqueaban aquel mundo.
     La respuesta a esas preguntas tan interesantes llegó de la forma menos esperada para la joven. Tres pájaros que tenían una característica especial, alas pequeñas y grandes cabezas dejaron caer un escrito que no tenía letras, un lenguaje codificado sofisticado cubría aquel material amarronado, solo alguien con una gran inteligencia sería capaz de descifrar. La sorpresa y la curiosidad sobre que hacia allí la impulsaron a abrir aquel escrito y a intentar decodificar aquel extraño mensaje.
     Has llegado a inteligendi, la tierra donde la inteligencia reina.  Has sido convocada para averiguar porque este lugar solo es habitado por seres intelectuales, además aprenderás algo muy importante sobre esta virtud de los humanos que los distingue de los animales  y plantas. Al finalizar una pequeña travesía que aquí comienza, suerte          
     Deseosa de saber que era aquello, sus piernas comenzaron a recorrer aquel territorio donde se sentía para su sorpresa como en casa, era inteligente pero que llaman ellos inteligencia. Esa pregunta volaba por los aires de su mente, mientras el sol comenzaba a ocultarse, dejándola sumergida en una oscuridad cada vez mayor, haciendo más interesante aquel mundo. Una gran montaña con forma de círculo comenzaba a acercarse, habría en su cima algo que la ayudará a conocer más aquel mundo.
    
       En respuesta a eso un ser que se destacaba por su capacidad apareció dispuesto a evacuar cualquiera de sus dudas. Era conocido como inteligentor por ser el mayor de una familia de seres que eran los principales habitantes de esta tierra, por esto su inteligencia era reconocida por todos los demás.
      Estirando sus ropas bordadas con sofisticados símbolos y mirando a la joven con una sonrisa que denotaba la alegría que sentía por verla comenzó diciendo
       Deberás pasar complicados desafíos para poder de esta forma llegar a la cima de la montaña circular, donde el palacio del faraón inteligento se halla construido. Allí un antiquísimo documento te dirá porque este mundo existe y porque la inteligencia es tan importante, sígueme y te diré cuál es el primero, suerte.   
        Luego de doblar por detrás de una montaña, una gran puerta que daba inicio a un camino lleno de complicadas pruebas apareció.  El ser mirándola a los ojos con  una sonrisa de confianza le dijo
      Acá comenzará la pequeña travesía que deberás superar para llegar al palacio del faraón inteligento, deberás usar tu inteligencia, sino no la usas no podrás saber cuál es la causa por la cual solo acá habitan seres inteligentes.
     Dicho esto el ser la dejo sola en medio de aquel paisaje donde montañas de formas geométricas, y un sol abrazador reinaban y se convirtió en un vapor azulado que doblo por el este y desapareció. María victoria confiada en que podía hacer eso fácilmente siguió un pequeño camino hacia su destino donde su capacidad le ayudaría a saber aquella información tan curiosa e interesante.
       Mientras el sol volvía a aquel firmamento oscuro y lo iluminaba, y las estrellas que invadían aquel espacio oscuro y misterioso se desplazaban como si alguien las empujara. Complicados cálculos aparecieron esculpidos en una piedra al lado de la puerta que el ser la había nombrado aparecieron. La sospecha de que esa era la primera prueba circulo por la mente de aquella niña. Por lo cual mirándola y poniendo a trabajar su cerebro trato de superar aquella prueba que la sorprendió.
     Una vez que termino  aquella prueba matemática y escribió el resultado con un extraño lápiz de piedra que hallo en una orilla. La piedra giró en dirección oeste y desapareció, lo que abrió un camino tupido de árboles, aunque no fueran cálculos sabía que debía usar su inteligencia para poder continuar en carrera. Su intuición le decía que la próxima prueba tenía que ver con atravesar aquellas especies sin lastimarse, pero como lo haría. Aquella pregunta voló por los aires de su concentrada mente.
     Una idea que le resultaba útil desplazo aquella pregunta, escalaría esos ejemplares y los pasaría por arriba, hasta llegar al último donde saltaría. Allí sin dudas encontraría la próxima prueba, estirando sus largas piernas y haciendo fuerzas con sus brazos, ascendió cada uno de los peldaños que las ramas entrecruzadas formaban.
    Al llegar a la copa de aquellos Arboles, los pasó como si fueran un simple camino. Hasta que observó muchos metros más allá  algo que no se esperaba. La costa de un caudaloso y corrientoso río apareció a solo unos pasos de ella al bajar aquella pequeña montaña de árboles. Cruzarla constituía aquella próxima prueba que ponía en riesgo su vida, pero eso no la detenía, su mente quería averiguar el origen de aquella tierra tan misteriosa.   
   Usando su interesada mente pensó la mejor forma de cruzar aquellas aguas sin morir en el intento. Para esto miró para todos lados en busca de cualquier cosa que la ayude en aquella difícil misión que se le había presentado sin previo aviso, mientras el sol se instalaba en aquel cielo azulado para no irse más, e iluminaba aquel corto camino que la separaba de aquel palacio donde aquel secreto se hallaba oculto y ella era la única que lo descubriría.
    Una idea voló por su mente con troncos y ramas armaría una balsa que colocándola sobre aquel cristalino y vital liquido llegaría a la otra costa, desde donde a lo lejos se observaba una construcción antigua y de aspecto egipcio. Una vez que tenía aquella embarcación terminada con valentía y garra la coloco cuidadosamente sobre la superficie y remando con sus brazos llego tabaleándose al otro lado.
    Donde su vista le dijo que estaba cerca de su cometido, un camino que estaba detrás de unos extraños árboles con forma de pi y épsilon, desembocaba en las puertas de un palacio que su intuición le decía que era el que ella pensaba. Cansada de aquella travesía corta pero agotadora estiro su piernas y anduvo el corto trayecto que hacía que todo aquello tuviera sentido.
    Tras cruzar aquella puerta sorprendente por su decoración de símbolos matemáticos. Halló en un estante un papel antiguo y escrito en un lenguaje de números y símbolos extraños. Tras decodificar aquel escrito pudo saber que aquel mundo había sido creado por el dios inteligentin, quien amaba la capacidad de los humanos  y odiaba la falta de capacidad de los habitantes de otros mundos cercanos, por eso había creado ese mundo para albergar a todos los que tengan una capacidad sobresaliente y así no dejarse influenciar por seres necios.
   Esto la hizo entender porque al llegar se sentía como en casa, y una enseñanza se grabó en su mente como si esta fuera una piedra esculpida. La inteligencia del humano es muy importante porque lo diferencia de los animales,  y lo  puede ayudar a lograr grandes cosas, luego de descubrir esto, se quedó a vivir allí con todos aquellos seres intelectuales que le caían tan bien, sin olvidarse de aquella lección tan buena.