Breve historia
Publicado en Oct 14, 2013
Anochece otra vez. No me pregunten cómo hago para vivir entre muertos que compiten por un trozo de camino. Sólo quiero decir que estoy un poco loco, que mi cerebro está loco, que ni siquiera los músicos de violín me salvan de repetir y repetir los crímenes que cometo a la medianoche, cuando los duendes danzan. Yo erguido pero trastocado, más pequeño que mi fatiga, y aún más: con mi viejo abrazo triste que sólo una virtud detiene: cuando se prenden los océanos y las casas se despiden lentamente del puerto, y oigo tu voz. Poco a poco tu cuerpo y mi cuerpo se tocan, se trocan, se recuerdan. Entonces le digo adiós a tu ausencia. Tranquilamente navegamos, tú sin mayor amor, sólo una estrella, no la noche a que aspiro. (Mi miedo trepa y baja en un juego que sólo mi corazón entiende.) Pero no vengo a maldecir ni a maldecirme. Quiero apenas un poco de los grandes senderos. Estoy desterrado. Ocúltame. Yo fui el que robó arrebatos y cópulas, y en el fondo de tu nombre lloró tu rostro mío.
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MARIA VALLEJO D.
Vuela la mente, el sentir reclama, pero viene la realidad y despierta la verdad.
Hermosa la breve historia en tu poesía amigo!!
Mira que me ha gustado!
Saludos
Guillermo Capece
saludos
Guille
MARIA VALLEJO D.
Lo malo es ser excesiva la estimación, los extremos no son tan buenos. (Es mi concepto, porque lo preguntaste vale? )
Saludos
María