¿No te gusta tu creación? ¿No te gusta este fragmento de mi que ha quedado al descubierto? ¿No te gusta conocer mi interior? Es un poco tarde para echarse hacia atrás, es tarde para ponerse la careta de vida perfecta y disimular que hay un dolor interno encerrado el cual no quiero que salga, para todo, ya es tarde. El día en el que se llega al punto de pasar de tus propios sentimientos e incluso de los sentimientos de los demás es el día más trágico de una vida, la desconfianza inunda la burbuja en la que se vive y esa burbuja se convierte en una caja de acero reforzado sin vistas al exterior, sin entrada ni salida, se convierte en un lugar en el que estar, en el que pasar el tiempo y nada más, solo un lugar, ahí dentro no hay gritos, no hay sudor, no hay sonrisas, no hay lágrimas, ahí dentro no hay nada, por no haber no hay persona alguna, tan solo hay soledad y agotamiento. 
Estoy enfurecido contigo y enfurecido conmigo mismo, tu siempre igual y yo más de lo mismo, tu el mismo camino, yo siempre en los diversos senderos paralelos, no hay ser humano que aguante mucho tiempo ésta clase de sufrimiento, no hay ser humano que consiga soportar ver como se desvanecen sus creencias, sus sueños, sus esperanzas, sus alegrías, todo se va atado al dedo meñique de alguien que llega a puntos de no merecerse el más mínimo gasto de energía, todo se va con intenciones de no volver del mismo modo, todo se va alejando cada vez más y tu sigues esforzándote por alcanzarlo cual iluso imbécil, mis transformaciones me dan asco y cada cual odia más a la anterior creando un bucle infinito de asco y desprecio.