Hubo momentos en los que llegué a pensar que lo nuestro lo podríamos retomar, como si nada, aunque los años pasaran. No pude estar más equivocado. Me lo diste todo y lo sé. Pude ser lo más importante para ti y te abandoné. De verdad lo lamento, no sé si más por ti o por mí.

Te veo feliz, crecida como persona. Me alegro, podrás llegar a ser lo que quizá has soñado desde que te conocí. Ahora te vas, vete entonces. No olvides ser feliz. Disculpa mi soberbia, que me hizo creer que siempre que yo quisiera estarías ahí para mí.

Un beso y un gran abrazo, que tu partida sea un mejor comienzo para ti. Deja este harén y parte con la frente en alto, demostrando que fuiste la más importante para mí. Adiós Sinaloa. Adiós.