No es que sales a gritar a voces ni te cortas la cara al afeitarte ni bebes sin control, ni fumas como si fuera el último cigarro. Nada hay en ti que se te note, ni un gesto, una risa, una mueca distinta, nada. Y yo, inquieta y aburrida, pintándome la boca deslizando las medias en mis piernas calzándome los tacos, mirándote curiosa y divertida… Acomodo la cama, aún tibia y te miro otra vez - me voy- y no me importa si me escuchas.
El sol está en lo alto, hace frío, y yo siento un doloroso alivio.
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Elvia Gonzalez
MARIA VALLEJO D.
Letras que marcan el compás de una secuencia de realidades que se viven en una unión.
El mejor aliciente ante la indiferencia, es dejar al autor de la misma. Cierto!!
Abrazos amiga
GLORIA MONSALVE
encuentros de esos que dejan un gran sabor en el paladar, para degustar un buen rato... pero tambien de esos que sabemos es solo el momento y luego la gran indiferencia.. donde a pesar e ser el primero en abandonar la esena sabe y siete el fresco del placer ..
muy bien tus versos
abrazos
María Ester Rinaldi
Gracias, en verdad, por dejar tu sentir.
Que tengas un buen comienzo de semana.
otro abrazo para vos.
Jhovanny Gil Taborda
María Ester Rinaldi
es un placer.
Saludos!
oscar
María Ester Rinaldi
Muchas gracias por tus palabras.
Saludos!
Elvia Gonzalez
María Ester Rinaldi
Battaglia
Vaya que he disfrutado tu texto Marité, será acaso porque me trae gratos recuerdos jejejej
María Ester Rinaldi