Me encuentro aquí confundida, Mirando los ojos del que un día fue mi hermano
Quise tanto coger tus brazos
Y yacer a tu lado para siempre
Pero nuestra distancia eterna en tu olvido
Tu orgullo de hombre famoso
Y el dinero ganado en estos años
Propicio el olvido más cercado en el corazón de este lugar.
Desde niña quise tantas cosas y tú me prometiste muchas más
Nunca cumplí ni tú cumpliste
Te alejaste y desde la sombra te digo
Hermano ¡yo creí en ti!; en lo lejano de tus suplicas ensangrentadas
 y en el sueño de tus melodías caprichosas
Pero en este llanto moribundo,
En estos años de soledad y reproche mañanero
Me muerdo los labios y callo mis pensamientos ensangrentados
Porque tú soltaste mi mano y sonreíste a la distancia
Me dejaste ir
Y no vi caer lágrima alguna
Sentí fatua tu corazonada libertad
De no tener que amarrarme,
De no tener que amarme,
De no tener que estar aquí hoy conmigo en mis lámparas tenues de luz.
Hermano tengo algo podrido en mí desde que te fuiste
Es tu olor apantanado del ego del buen rockero
Tocabas la guitarra y aun escucho decir
Solm fa re# do solm fa re# do solm
Siento el cielo callar cuando encantabas con tu canto
Siento el olor a tu guitarra mientras sacudías en ella con poderoso amor
Siento tanto hoy, que no siento nada
Que el capricho es mío de no dejarte ir,
Que el dolor es mío que aun te quiero aquí
Que aun yo te quiero
Aunque me dejaste ir
Que el dolor lejano es el que yo perdí
Que tú amanecías con el son de tus palabras
Y que yo deprimía con mis entelequias alocadas
Era niña ayer,
Hoy no lo sé,
Pero estás aquí como ayer,
Y aun recuerdo el día en que te fuiste.