Aunque ya es tarde,y el sol se ha jubilado,aunque ya es tarde,y el día se ha pasado,aunque es tarde,y no puedo recordar todo como una fotografíani estampar en estos versos cada brisa,aunque es tarde,intentaré pintarte, a ti, haz de crepúsculo fundido en mi pulila,fundido en un segundo sin voluntad ni guía. Salí a caminar, caminé sin rumbo,caminé como el niño que da sus primeros pasos,caminé confiando en el aire, el agua y los árboles,confiando en ninguna seguridad,confiando solo en mi derredor, como si me llevara el andar. Me liberé de tensiones por un instante,y se volcaron en mi corazón, como agua pura de un cántarolas emociones, alas de mariposas caídas,que una nostalgia pasada recogió misericordiosa.Y el agua cayó, sin sorpresa en mi mirada,cayó como cae el agua de un cántaro,fresca, transparente y pura.Dejó que me inundara en ella,que me sumergiera como un perro en el agua,jugando, saltando sin miedo,y continué caminando,caminando, sin rumbo,sin norte..y la nostalgia recogía alas de mariposas caídas,plumas de horneros olvidadas,secretos susurrados al calor de un hogar,o a la vera de un río, junto a una fogata.Mi nostalgia recogió tantas cosasy me las obsequió a manos llenas. No pude negarme. Quería seguir deambulando sin norte,  pero ella pronto me ofreció la brújula de mis pies.
Aunque es tarde,
recogeré los pedazos de reloj que me ofrece la nostalgia, y te pintaré,
tarde azul, añil y celeste. 
Ella se hará una sola con mi alegría y ya no tendrán más disputas.
Las mariposas, volarán alto,
los horneros, tendrán plumas de colores,
el agua, será más pura, más transparente, más cándida.
Y ya no sabré dónde estoy,
ni a dónde voy,
ni qué hora es,
hasta que descubra en el reloj,
que las horas, los minutos y los segundos,
se volvieron cenizas, vapor y humo.
Entonces el reloj me llevará de la mano
a un país sin tiempo,
y me sumergiré en el agua, en la lluvia y en el recuerdo.