día 1

Un molino que no cesa, que se maneja sin vientos de cambios, una noria...

Un molino que se repite constantemente, canta sin cesar y va in crescendo su morbosidad.

Sobreviviré por ti. Antes lo hice ya. Otro poco más. Otro poco más. Por ti, porque tu risa me da alas. Y fortaleza.

Aunque calumnie mi alma y poco a poco la contamine con su pasado. Todo el tiempo me salpica su pasado y lo pago con arrugas en la frente día a día.

día 9

Siempre encontrando a última hora secuencias que nos quitan la felicidad.

Estoy cansada de mendigar alegría y un poquito de aire que me dibuje una sonrisa.

Estamos socavados. Uno por pequeño, otra por ser la siguiente (otra vez). Y pagar los platos rotos infinitamente y por los siglos de los siglos amen! que tenemos que pagar su actitud.

día infinito

Cuando no sea placer lo que sienta aguantaré la respiración pensando solamente en que pronto vendrá la paz para mí, aunque me arda el alma. (el alma de una mujer con hijo).

día cotidiano

Que te digan que no servís para nada cuando en realidad nunca atravesaste por el rubro de las ventas es simplemente desesperante. No todos nacimos con el signo peso en la mente ni mucho menos poseemos habilidades estratégicas sobre el arte de vender. Lo que para mí es difícil para él es una papa, lo que para mí todo cristiano debería saber para él es dialogo con gente muerta, o sea soy el colmo de lo nerd.