El extrao demente
Publicado en Nov 26, 2013
Son sombras, esquivas, vacías,
sombras borrosas y macabras, repudiables imágenes que cruzan mi mente. Me gusta, ya sin agallas para nada, beberme el vino de los cálices, estoy borracho de rodillas ante el sepulcro de mi espectro, cementerio de alcohol y lloros, altar del vagabundo. El sentido de las cosas no me importa y la gente sin rostro no me asusta, es el espanto mi existencia, el instinto más profundo y primario. Las campanas repican, la luna enmudece hoy no es día de fiesta pero los extraños se levantan solemnes, se santiguan y contemplan mi destino sonrientes. Ya viene el verdugo impasible, el predicador de las epidemias, inexorable y ciego, ellos no tienen sentimientos, ellos no lloran ni ríen, ellos solo juzgan y ejecutaran cada movimiento sin un solo temblor, sin una sola lágrima sobre los ojos. el vómito bajo la alfombra desenmascaró la verdad, la cuchilla brillante descendió como una bandada de pájaros hambrientos, la carcajada estridente retumbó en la sequedad del viento y el asqueo nauseabundo rajó la bondad el horror me cegó, ahora ya solo vago y asesino, vago y asesino. Ya babeo, caigo en sentido vertical y el barranco no respira, sólo en su quietud y su paciencia, una gota de sudor y seguidamente el alma perdida, la inmensidad, el vacío, en lo hondo cadáveres apilados, de cuantos más como yo cayeron en sus fauces. Hay diablos, el violador, en cada esquina un funeral, soy maldito entre los pobres, el rey del subsuelo, un creyente encadenado a la locura. Sembré venganza en los campos desiertos, talé los verdes árboles, amo el ruido de las máquinas, penetré en lo perverso y me gustó, aleluya, soy el asesino vestido de negro, sordo, elocuente convencido. Duermo mientras puedo el resto solo rezo, evapórame en tus drogas tan solo un momento Y es que soy de hielo, suplico que me quemen quiero marchitarme y arder a fuego lento Es rabia, la rabia ¿ en donde mierdas estoy? encuentrame. Tengo rabia por todo, no soporto tu sonrisa, el Sol, la brisa. El horror reina en mí, la angustia cubre mi vida, la frustación cae sobre mis ojos mi mirada se ennublece, ¡ya no quiero ver más! Más me vengo abajo, nadie puede evitarlo, yo no culpo, pudrete carne, pudrete cuerpo, no hay Ser, no hay Espíritu, no hay Dios, no hay Esperanza.
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