De la luna brota sngre hirviendo.
Publicado en Dec 03, 2013
He visto un chico vestido de inmensidad con la cara desencajada,
aterrado se ha lanzado hacia el reflejo de la luna en el mar, de la luna brotaba sangre hirviendo, el chico era manco y tuerto, los tiburones estaban hambrientos. Sonaba el silbido del viento arrastrado entre las puntiagudas rocas, rompían las olas con violencia en el acantilado de la desesperación. La luz del faro como un foco de cine se posó en el lugar de la tragedia; sí, los tiburones olieron la sangre hirviente de la luna y el chico estaba cansado de vivir. Con una parsimonia excepcional el chico soltó todo el aire y dejó de flotar, comenzó a hundirse con lentitud, su ojo miraba a través del agua una luna que se desangraba en la oscuridad del cielo, acompañandolo con su último aliento hacia la profundidad del océano. Cuando ya a penas quedaba un cuarto de luna, los tiburones no compadecieron el poético final del chaval y con una saña descarnada le arrancaron la cabeza de un bocado. El cuerpo decapitado, descansó, junto a su compañera la luna, en lo más profundo del vasto océano.
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Guillermo Capece
en este poema hay elementos de crueldad -en el mejor sentido del termino- que hacen pensar en una mentalidad muy creativa, en mi opinion. Felicitaciones
Guillermo
Alberto