Es divertido jugar con el pez del llavero,
agitandolo de lado a lado en un intenso frenesí de movimiento,
es igual que el bombeo de las venas cuando baja el embolo,  se dispara en locura.
 
Vas por la calle lento, creyendote Robert Smith,
con la mirada hacia el infinito y el pelo desordenado por el viento;
crees enamorar a las chicas a tu paso
con esas pintas enter perdedor y bohemio.
 
Con la grave voz de tu mente te dices:
yo escucho esta música que nunca llegareis a conocer,
soy íntimo aunque finja este semblante rudo
soy romántico aunque no me conozcais muy bien.
Vosotros no podeis verme porque soy invisible para los ojos vulgares,
por eso gesticulo y pongo cara de loco cuando  la calle parece vacía,
por eso me hago el sueco cuando me preguntan tonterías.
 
Yo desayuno amargura toda las mañanas,
vivo en una burbuja de extraña soledad,
que no explota nunca y axfisia cada día más.
 
Pero aun con todo eso...
Amo el no poder respirar porque te quiero,
suenan los Cure porque te quiero,
de un lado a otro porque te quiero,
vuelo y vuelo porque te quiero
digo ahora por un rato: ¡ sí, sí, sí! porque me quieres