El mayor síntoma de mi infelicidad, no es otro que el de tener que recurrir a aquello que un día me hizo feliz. Si, tengo a gente que me quiere, todo va cada vez mejor, incluso tengo a alguien que se enamora de mi y daría muchísimo por mí, y no creas que no se lo que eso le supone, el esfuerzo, el aguante, el tragarse sus propias palabras por mi culpa. No se si será tu poca sensibilidad, mi poca cabeza, o mi falta de fuerza de voluntad, o tal vez, sea que soy un pobre iluso en un mundo absurdo el cual no conduce a ningún lugar satisfactorio para nadie, tal vez, y digo solo tal vez, no digo que sea cierto, pero tal vez tu falta de amor se haya convertido en un odio oculta que propicia mi odio y mis ganas de estar contigo al mismo tiempo, ya no es por ti, es por mi, por que necesito un extremo radical, no necesito más distracciones, necesito la solución definitiva, pero que más dará, pues esto es solo palabrería y luego seguirá todo igual, yo sonriendo a tus caricias y evitándote a ti, siendo débil de vez en cuando y recordándote, olvidándote en un pozo de placer que ojala fuese en otras circunstancias, haciéndote daño sin poder evitarlo, y haciéndome daño a mi mismo sin poder evitarlo, empiezo a pensar que no hay remedio para mi infelicidad.