A veinte nudos por encima del promedio cariño, todos estos días navegando a ciegas. No necesito el número de la matrícula, ni un placebo para la aflicción, es sólo un memorial de mis deudas contigo. Motivarme, conseguir el maldito dinero it's bullshit  te juro . Vender alguna especie de arte con media mueca de sonrisa ya me da vergüenza, un guiño autoindulgente sobre un piano sin cuerdas, teclas negras disonantes golpean tu pecho y cantan: 'Por poco y salía todo mal'. Quien baja del coche y olvida el maquillaje en la cajuela del esmero donde las chicas buenas suelen partirse la uña chiquita para darse de cabeza al prozac saben más que yo, mucho más. Bitch, por ti obstruyo arterias con Marlboro reds, fusilo días men. Juzgame, dí que la cagué. Y fueron docientos kilómetros a Nazca con lo absurdo de beber tanta sidra para nada y perder la bendita antena de radio camino al cementerio. Luego ya habían treinta y seis años en mi rostro de porrazo y no hay nada más descortéz que eso. Me duele Johnny, me duele, vamonos de aquí. No sé de donde sacan las cosas nuevas fuerzas para envejecer. Quizá una especie de muerte que se funde delicadamente con todo y con todos mientras uno hace la cola para el pan. Seremos dos que se quedaron buscando mar entre la niebla en un abrazo sobre las piedras. Un balazo sin remordimiento, un cuchillazo a pedir de boca. Sólo repite: Para ingresar a la vida se postula todos los días, so try harder motherfucker. Toca la puerta, patéala, dile putadas, escupe, rediseña el pensamiento, huye, ráscate el culo, resiente la hipocresía de un 'lo siento' mal ejecutado, presiona tu trapecio contra mi cuenca, sí, mil veces sí...masticame lento.....muerete de cúbito. Ríe sin existencias, ríe de reojo por las orejas, dale tres vueltas de tuerca, rueda el decimal en el aire, ajusta los diales de la mente, capta la poesía: escribe.