El Arbol De La Aventura
Publicado en Jan 02, 2014
El árbol De La Aventura
En una comarca donde el aire fresco reina, y la luz del sol se apodero de ella, además los aves cual aviones planean por sus aires. Existía una antigua historia que narrara entre sus pobladores decía que un niño que maltrata las plantas visitara esta tierra y aprenderá una lección importante sobre la naturaleza. Los pájaros con sus cantos rumorean que esto ocurrirá una tarde sin que el niño lo pueda explicar. Una tarde, Mariano, ese era el nombre de este niño, estaba buscando algo en su patío. Cuando escucho una cantico muy particular en la cima de su árbol más alto, aquel sonido embriagaba sus oídos, un fuerte amor hacia esa melodía le brotó del alma, pero que lo producía. Aquella interesante pregunta le recorrió su mente como los autobuses lo hacen con las autopistas del país. La curiosidad lo impulso a con sus pies escalar aquel árbol y averiguar el origen de este. El sol mientras tanto se ponía cada véz más brillante. Una fuerte corriente de aire cálido lo envolvió, sus pies se alejaban poco a poco de aquel suelo plagado de hojas y pequeños animales. Aquella melodía se hacía cada véz más audible y la temperatura subía pero se mantenía fresca, increíblemente, adonde llegaría si seguía ascendiendo. Esa duda lo preocupaba y no podía pensar en otra cosa, mientras la alegría ingresaba en su alma, y sus labios se contraían en una sonrisa que nada borraba. Cuando llego a la cima de ese árbol, una gran sorpresa lo esperaba. Una gran cantidad de árboles de hermoso follaje aparecieron en frente de él, mientras aquella estrella gigante los iluminaba y permitía que estas puedan ser vistas a grandes distancias. Un dulce perfume impregnaba aquel ambiente, donde había llegado, porque era tan bello ese lugar, esas preguntas volaban por su mente cual hojas en el aire. Desde el norte una bruma azulada llegó y se convirtió instantes más tarde en seres muy curiosos que nunca el niño había visto. Sus cuerpos con forma de hoja se posaron al lado de su cuerpo, como leyéndole de pensamiento comenzaron con un discurso que nada podía igualar, cada palabra padecía una nota musical, aunque no fueran aves. - Somos los naturalitos, los habitantes de naturetutti. hemos venido hasta aquí para enseñarte la belleza que tiene la naturaleza. Deberás acompañarnos a buscar un antiguo documento donde se cuenta la historia de esta tierra. Este te permitirá saber porque la naturaleza es tan bella y porque hay que cuidarla. Mariano curioso de conocer aquella historia, se montó encima de aquellas alas extrañas y estás flameando se elevaron en medio de aquel paisaje de vegetales perfumados, mientras el sol continuaba calentando aquel suelo plagado de seres increíbles. Una gran aventura comenzó para el niño, mientras la alegría y la tranquilidad invadían su alma por la belleza de aquel lugar que no planeaba ver justo ese día. Miles de aves volaban cerca de ellos, pero los conducirían a buscar aquel documento tan interesante o era solo una casualidad que estuviera allí. Esa pregunta revoloteaba por su mente cual mariposas, sin embargo nada sería capaz de responderla. Una construcción con forma de planta y con adornos que nunca el niño había visto, se aproximaba en medio de miles de copas de árboles que lo distraían de su cometido. Un fuerte perfume a jazmín se sentía cada vez más fuerte, aquella fragancia se había apoderado de aquella atmósfera mientras un calor agradable estaba instalado y nada lo quitaba. Pero porque el sol no se iba nunca acaso las nubes y la lluvia no existían en aquella tierra tan increíble y bella. Aquella duda circulaba cual sangre en esa cabeza distraída y relajada, aquel ser se posó en aquella entrada, en forma de tallo y permitió que Mariano se bajara. Un fenómeno extraño sorprendió al niño en aquel acceso, la temperatura no era tan cálida como encima de aquel árbol donde aquellos seres amantes de la naturaleza lo habían recibido. Aquellos seres como adivinando lo que pensaba Mariano sobre porque aquel cambio brusco de clima. Comentaron mirando al niño a los ojos mientras él buscaba una respuesta para aquella duda. - En este castillo, propiedad de naturalo, el dios de todo lo natural, se alojan las plantas de climas frescos, por eso acá hay varios grados menos, acompáñanos sabrás el origen de este lugar y todo lo que querrás saber sobre la naturaleza. - Claro, vamos, no puedo dejar de mirar este lugar, no lo puedo creer, miles de preguntas se apoderaron de mi mente cuando llegue a este lugar. Dijo el niño mientras sus pies recorrieron aquella construcción con esa forma curiosa que no esperaba encontrar nunca, sus ojos solo lo habían percibido en aquel mundo donde las perfumes naturales invadían aquella atmósfera. Aquellos dos seres lo acompañaron, hasta una entrada que por lo que sus ojos pudieron percibir, era el sitio donde se hallaba aquel documento tan importante. Flores de diversos colores y perfumes adornaban aquel material natural del cual la puerta estaba hecha. Al acceder detrás de miles de cuadros de naturaleza muerta había arriba de una estantería vieja un rollo bordado con hilo de algodón un escrito viejo que uno de los naturalitos abrío y mirando al niño a los ojos a Mariano leyó Hace miles de años, el dios naturalo cansado del estrés de la ciudad y como amaba las plantas y todo aquello que vivía al aire libre, decidió para liberarse de todo eso, del humo de la gran ciudad y del gran ruido de los autos, crear este lugar donde cultivo todo tipo de plantas de flor colorida y perfumada y crio animales como aves de canto dulce y alegre, y los fue liberando en esta tierra de miles de metros cuadrados. Como es poco visitado por la dificultad que tiene su acceso está muy bien conservado. Leído esto el niño sintió hacia aquel lugar un gran amor que era más fuerte que lo que sintió al llegar. Una gran lección se le grabo en lo más profundo de su mente cual madera esculpida. La naturaleza es bellísima y puede ayudar a alguien a superar algunos problemas, por eso hay que cuidarla, mientras vislumbraba con lágrimas en los ojos aquel castillo adornado con aquellas especias exóticas que le encantaban. Un gran deseo que mudarse allí se apoderó de su alma. Un gran dilema se le presentó, debía quedarse a vivir allí o debía volver a su casa, mientras el sol continuaba impoluto en lo más alto de ese firmamento que nada arruinaba, pero aquella solución no era tan simple, los naturalitos lo miraban con una sonrisa como tratando de convencerlo de que quedarse era una buenísima decisión, pero era libre de hacer lo que su espíritu le dictaba. No pudo evitar decidir quedarse a vivir allí. Aquel sol radiante y aquellos perfumes lo enamoraban no era posible irse de allí, nada de lo que había en ese sitio lo encontraría en otro lugar. En compañía de aquellos seres que lo recibieron y lo ayudaron a descubrir aquella información recorrió volando esa tierra, nada de lo que podía preocuparlo lo distraía, era feliz en aquella comarca. Una gran amistad entre Mariano y los naturalitos nació en ese momento cuando la felicidad se apodero de su alma. Nada se la quitaría. Una pregunta surco su mente mientras se dirigía a una vivienda en lo más profundo de aquella comarca, encontraría allí su alma gemela, o estaría solo acompañado por aquellos seres. Con la esperanza de que alguien lo enamoraría se internó en aquella selva con miles y miles de plantas y animales mientras las aves comenzaban un cantico alegre como dándole la bienvenida a su nuevo vecino.
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