Cuando hay rocas a tu alrededor, no pares, solo analiza bien el camino,siempre quedará un espacio libre donde ubicarlas una a una.
Cuando le des tu corazón y esencia a alguien, asegúrate de hacerlo con la persona correcta, pero si en el intento fracasas, toma como remedio que la luz que diste jamás será superada, porque todo lo que nace del corazón, difícilmente alguien lo puede reemplazar. 
Cuando te decepciones por las palabras equívocas de otros seres humanos, tómalo como lecciones propias para que jamás repitas el ejemplo tú, las palabras no pensadas pueden llegar a secar un río de amor y ternura y cuando la confianza se pierde, recuperarla puede tardar mucho tiempo o quizás nunca llegue el mismo.
Cuando al escalar tu camino hacia la felicidad, encuentres adherencias negativas, sigue escalando, cuando llegues a la cima, podrás contemplar todo lo maravilloso que lograste.
La vida es definitivamente una constante batalla, donde los paisajes varían de acuerdo al color que le decida poner tu corazón, unos brillarán más que otros, porque a eso le llamamos experiencia.
A todos nos toca enfrentar días de oscuridad, de tristeza, pero alguien me enseñó una vez, que si cierras los ojos, te desarmas y demuestras lo frágil que eres, inmediatamente verás una luz, es un ángel... Y ese ángel es DIOS. Cuando lo puedas ver, tu vida tomará otro giro. Todo lo que parecía imposible se hace posible y lo que no puede ser, es porque hay algo mucho más valioso reservado para ti.