Mírame
Publicado en Jan 18, 2014
Mírame , la muerte pegada en mi cara.
Tan muerto como un esquelético balanceándose entre la nada. He soñado malos sueños, malos sueños. He prometido tantas cosas que ahora soy un incumplidor de promesas. Bebedor por imitación, perdedor por naturaleza; Cobarde señor de la noche márchese usted al rincón más lejano, Ya no queremos escuchar sus pesadeces. Es usted un fracasado que se arrastra sin destino, Y que le vamos hacer, de todo tiene que haber en la villa del señor. Piano toca esta noche por mí, Hace ya mucho tiempo que nadie me dirige la palabra, Y aunque parezca que no, a veces siento cosas. La puta ventana me muestra la vida, y se me cae sobre los hombros como el ladrido de un perro en el frío invierno. Me voy a largar lejos de esta mierda, Donde la muerte sea tranquila y solo mía, Donde mi reflejo se convierta en palmeras y mis lágrimas en luces de neón. Chico roto, desde la carretera pareces una mancha que vaga a la deriva, Ni más ni menos, que las blancas líneas de pintura en el asfalto. Sin prestar atención a las señales, Sin ningún sitio a dónde dirigirse, Sin dinero, sin felicidad. Triste de alma, triste andar, Puerto Rico, México, Irlanda, La Nada. Por cada paso olvido un sueño y por cada trago descompongo más la esperanza, ¿Por qué he sido yo el extraño que se quedó sin amar, Por qué, por qué ,por qué? Porque cada tanto Dios se olvida de algunos pocos y no hay nada que se pueda hacer. Soy un boxeador, que con puños de acero combate y combate, que sabe cómo se besa a la niebla, que sabe observar y desesperarse. Mirarme, hasta parezco un escritor, aquí apretando teclas y bebiendo cerveza. Cuando aplastado te esparces por la mesa y las tripas removidas se caen por los bordes, Sí, creo que me empiezo a sentir escritor. Hay que caminar por una ciudad bajo la luz de las farolas para respirar el sentido, Hay que no creer en nada para saber algo, Hay que escupir y pajearse y deprimirse y reírse de su propia cara. Las viejas rosas me van a arropar y me van a susurrar: Alberto, Alberto pínchate y suaviza la piel, Nos gustan los chicos solitarios, ven, ven, ven, Vamos a hacer una limpieza a ese capullito que asoma gordo y furioso, Ven, ven, ven, vamos a colgarte de los huevos una lengua salivosa. ¡OH VIEJAS ROSAS de Colorado que bien suenan vuestras gargantas en vuestras noches de trabajo! Tengo unos ojos muy puros que mendigan comprensión, Pero no hay que hacerles mucho caso porque mienten con frecuencia, Y solo las ondeantes rocas pueden planear sobre sus pupilas, Y solo los agujeros en la arena saben cómo hundirlos hasta el fondo. Luna, revienta a todos los vagabundos, no conocen la brillantez que en la cerrada noche desprendes. Reviéntalos y luego cepilla tus axilas de cuero quemado y no sientas compasión; Ellos nunca la sintieron cuando tú te partías y sangrabas. Veremos la noche helada partiendo hacia el infinito, por donde se divisa borrosa la vía del tren, y desapareceremos junto a ella, como una ráfaga de viento que desapercibida azotó los troncos de los eternos árboles. Conozco todo lo que se puede conocer, pero solo sé mentir. Conozco el sentido de la vida pero no os lo puedo decir, Dios me castigaría por traición. Conozco los vagones, y los hierros soldados y las armónicas. Lo conozco todo aunque no os lo pueda explicar. Bueno, la noche me espera y posiblemente también la soledad y quizás tenga suerte y también la muerte, así que, me voy a perder un rato donde nadie me encuentre y sonreír, ante todo sonreír, que eso es lo que más les jode.
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