DESDE LA VENTANA
Publicado en Sep 06, 2009
El viejo Ernesto sabe que no le quedan muchos días. Los años han pasado por los surcos que se acentúan en la piel de su cara. Ya no recuerda muy bien en qué momento dejó de importarle el tiempo, ni la fecha en que dejó de fijarse en el reloj de péndulo que conserva como una reliquia en su estancia.
Incluso ha olvidado lo que significa pasear lentamente por el parque principal, caminar por las calles o cruzar alguna avenida transitada. Aunque tiene un patio muy amplio donde cultiva plantas de todo tipo, prefiere mirar por horas y horas, lo que sucede cuando se asoma por la ventana de su cuarto. Abriéndola de par en par, saluda a quienes cruzan enfrente como si los conociera o como si fueran de su propia familia. Nadie le ha dicho que padece Alzheimer, pero de lo que sí está seguro es que se la pasa mejor desde allí, que cuando le duelen los dedos por la artritis y sólo puede ver la pantalla de su televisión hasta acabar con los ojos cansados.
Página 1 / 1
|
Mara
Claudia Riquelme
Mis felicitaciones, cariños y estrellitas amigo,
LaNegra
María Ester Rinaldi
Un hermoso relato, has tocado mis fibras más profundas...
Te felicito, Alejandro... Mis estrellitas para vos...
Ena Patricia Sierra Molina
saludos Ena Patry