Jueves
Publicado en Feb 02, 2014
JUEVES.
Por un momento señalaba los jueves como una canción bien conocida “jueves cobarde” están los jueves de trampa también, pero yo no me hallaba en ninguno de ellos, hasta que un día tuve un jueves diferente un jueves con una esencia especial, distinto a cualquier otro. Por que no hubo ni amores rotos , ni amores cobardes de días jueves, apareció vino algo diferente, algo como sucede también que la vida te pone a prueba en muchas situaciones, este jueves tuvo mucho que ver con eso. Comenzó todo encontrándome con ella, madre de dos hijos con una personalidad y alegría inigualables. Supuse que la charla seria solamente de cuestiones laborales pero la msima termino siendo una charla de vida en la que mis lagrimas no pudieron permitirse salir por el respeto y la atención con la que yo la escuchaba hablar, deshecha y completamente abierta a contarme todo. Ella me explico muchas cosas que se veían encubiertas por una charla cuasi formal. Hablamos de verdades , de identidades, de sinceridad, de amor y confianza. Hablamos también del dolor y me explico cómo es que el dolor se produce y se cura también, quizás una lastimadura no sea la mejor ejemplificación, pero es verdad que en un golpe al contar hasta diez, se va el dolor mas intenso y luego pasa a ser una molestia, hasta que luego de un tiempo, se va. Me supo explicar bien el dolor, quizás sea asi en los diferentes aspectos que el dolor se manifiesta y se produce en distintos momentos de la vida. Empieza siendo una lastimadura cuando sos pequeño de algún tobillo, rodilla o codo, hasta que de mas grande eso puede extenderse incluso hasta el corazón. Quizás no sangra o no lo vemos , pero si lo sentimos. Aprendí mucho de ella ese día, supe entenderla, escucharla pero sobre todo comprenderla desde mi pequeño lugar. Por un momento sentí que su tristeza era mi tristeza que esas penas estaban situadas en lugares diferentes pero por un instante fueron compartidas. Quizás hubo algo en mi que aún no lo sé, que hizo que ella confiara en mi, con una sola frase directa y sincera pude entender su confianza hacia mí: “ vos sos mis ojos con mi hija y por todo el cariño que ella me cuenta que le transmitís es que yo confió en vos y se la clase de persona que sos”. Simplemente me llenó el alma. Muchas veces esperamos de personas cosas que no llegan, sentimientos perdidos en algún rincón esperando a ver si salen en algún momento a avisarte que están ahí, para vos. Pero no, no sucede, por que donde menos lo pensás hay alguien que te está mirando, a quién podés ayudar o hacer feliz con una sonrisa un abrazo o simplemente escuchar y por que no cuidando lo más preciado que pueden tener. Algunas personas eso no lo pueden llegar a ver o necesitar, pero no se los puede juzgar por que no todos pueden tener la capacidad para poder sentirse queridos y felices con las pequeñas cosas de la vida. Para mí eso es trasender en la tierra, a veces siento que no hace falta morirse para trascender, primero tenés que hacerlo aca y después arriba vemos. Carla Lemos
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daniel contardo