El Árbol De La Curiosidad 
       En una selva lluviosa donde los rayos del sol nunca tocaron aquel suelo húmedo. Había un árbol que tenía según lo que se decía  un antiguo objeto con una característica única. Solo el más curioso niño lo encontraría, mientras las aves que poblaban aquel ejemplar con sus cantos de atardecer rumoreaban que cuando ocurra esto la causa de la lluvia se conocería y se detendría gracias a la intervención de una deidad que odia el frío y ama el calor que el sol puede brindar.
          Una tarde mientras el sol se apoderaba irremediablemente del firmamento. Un niño que odiaba la lluvia pero al mismo tiempo era muy curioso le encantaba descubrir cosas nuevas todos los días. Estaba de vacaciones en el valle de la luna, cuando observó que la tierra comenzaba a bajar, un fuerte viento lo llevaba hacia abajo mientras el sol desaparecía. La lluvia se  había apoderado de aquel mundo donde solo las aves poblaban aquel suelo húmedo cubierto de vegetales.
        Una selva lluviosa apareció frente a sus ojos, mientras las aves cantaban alegres porque aquel relato que pasó de generación en generación se había hecho realidad. Pero porque llegó allí, porque fue él, aquellas preguntas volaron por su mente como aquellos animales lo hacían por aquel cielo nublado eterno. Mientras grandes gotas golpeaban aquel suelo un brillo a lo lejos atrajo la vista de Joaquín,  con sus piernas  comenzó a recorrer aquel lugar para saciar la curiosidad que le producía  el hecho de haber llegado hasta allí.
        Un fuerte brillo era emanado desde el árbol de mayor tamaño. Pero porque ocurría esto, se preguntó el niño, el cual no podía apartar sus ojos de aquel ejemplar de copa grande y miles de hojas que cubrían aquellos troncos misteriosos, mientras se acercaba una voz aguda y aterciopelada que era despedida desde la base de este decía
      Si eres curioso y quieres saber porque en este lugar no para de llover, deberás cavar en la base del árbol donde encontrarás la causa de esto. Para esto sigue este camino porque este árbol es más lejano de lo que tus ojos te hacen creer.
      Un camino serpenteante se dibujó entre medio de todos los demás árboles. Mientras las gruesas gotas continuaban golpeando sin parar aquel suelo y aquella voz se apagaba. El camino tomaba para sorpresa del niño una curva hacia el este, ya que apenas lo vieron sus pies lo recorrieron con motivos de conocer aquel misterio que lo llenaba de expectativa. Aquella luz enceguecedora se acercaba, mientras se adentraba cada vez más en una selva de flores coloridas y perfumadas que albergaban pequeños insectos.
     Como estaba cerca de develar aquel misterio, la luz del sol comenzaba a asomarse en lo alto de aquel firmamento. Pero esto no lo prepararía para lo que descubriría en aquel viejo tronco que lo sorprendería. Cuando estaba a solo unos pasos de aquel árbol, vio como este proyectaba en el cielo una imagen de día soleado.  Miles de seres aparecían sonrientes, acaso allí estaba la causa de que aquel lugar fuera nublado y nunca el sol lo invadiera. Esa duda lo impulsaba a llegar hasta los pies de aquella especie vegetal y descubrirlo.
        Recorriendo solo unos metros más llegó a las raíces de este anejo ejemplar que tenía en su tronco. Un viejo escrito en una lengua antiquísima apareció como esculpido en la madera
    Hace muchos años, el dios rainlu tiró en ese mundo de naturaleza una bendición que evitaba que el sol continúe dañando con sus rayos esta tierra  ya que hace muchos años el sol era muy fuerte y estaba destruyendo el suelo y todo lo que vivía aquí pero nadie lo sabe. Solo el más curioso lo sabría, y como lo has descubierto. El dios solarilu se ha enterado de esto y ha enviado hace unos momentos desde lo alto un objeto que es capaz de borrar del cielo todas las nubes, tendrás que desenterrarlo de la base de este árbol y tocándolo devolverás la calidez y brillo del sol.    
      Para despojar a aquel mundo bautizado como rainluli del frío que la lluvia es capaz de dar. Joaquín con sus pequeñas manos cavo en esa tierra mojada y fangosa donde miles de seres invisibles vivían para su sorpresa.  Una luz extraña y muy poderosa  fue emanado hacia el cielo y poco a poco las nubes desaparecieron y un fuerte sol las reemplazó. Mientras un fuerte canto alegre era emitido desde los más altos árboles por las aves que las poblaban, nada era más feliz que aquella comarca alejada donde la lluvia se había ido para siempre o por lo menos por aquel momento. 
    Mientras recorría aquel mundo ahora cálido una enseñanza que no se esperaba, se grabó en su mente como el oro se graba con nombres en las joyerías de todo el mundo.  La curiosidad puede ayudarnos a descubrir cosas que nunca esperábamos o buscábamos descubrir. Pero solo esto es capaz si nos dejamos llevar por la curiosidad