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Se cae, se cae se cayo.
Publicado en Feb 05, 2014
 Toda la cara se le caía toda, de tristeza toda se le iba cayendo. Primero las orejas, ya no quería escuchar más nada y se le caían de esa cosa redonda cuasi ovalada a la que llaman cara , de a una se le caían. No se preocupaba en juntarlas, ellas solas igualmente se le caerían. Poco a poco se le cayó la nariz, ya ni los olores reconocía, no quería, no quería tener ningún sentido activo para que los recuerdos no salieran a flote. Las cejas, iban tomando una curvatura hacia las cienes, de a poco también iban desfalleciendo apuntando hacia abajo lentamente como llegando a los maxilares. No había forma de frenarlos, ellas resbalaban sin necesidad de volver a su lugar y luego desaparecían al pasar por la pera, caían. Finalmente, los ojos se iban cayendo por la tristeza misma, de a uno. Decían que los ojos son el espejo del alma, así que cada uno como baldes de tristeza en sí mismo se iban saliendo de la cara de a uno por vez. Como ya ni alma quedaba, ellos decidieron soltar y abandonar la cara, porque nada se sostiene con tristeza y menos el reflejo del alma.
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