Sobre Pantera y Caracol
Publicado en Feb 06, 2014
Esta es una historia real, tan real, como que yo fui testigo de ella…
Todos los animales vivían felices y contentos al interior del bosque. Estaban los que volaban, hermosas aves de bellos plumajes, llamativos colores y perfectas danzas. Los que nadaban, peces maravillosos, tranquilos y compañeros, algo más solemnes que los animales del exterior, pero igual de felices. Y también estaban los que caminaban, ovíparos y mamíferos. Todos compartían la misma tierra, y todos en comunidad vivían. Leones, tigres, gacelas, caballos, caracoles y panteras.La mayoría de estos animales, eran de carácter amable, amigables con su entorno, tranquilos entre ellos. Pero estaba la familia de las panteras, que solo les interesaba convivir en constante competencia con los demás. Eran de los animales más rápidos y astutos y siempre querían ser más que los otros. Esta familia tenía un pequeño hijo, inteligente y veloz, y tan despectivo como sus padres le podrían haber enseñado.Cada mañana, cuando partía a la escuela, se metía entre el montón de animales y gritaba:-Todos a la carrera, el último en llegar, es el más tonto de los animales” – Y así, en velocidad partía, no dejando más que polvo en la cara de los demás. Como era de esperar, llegaba solo y primero que nadie a la escuela, pues nadie competía con él, a nadie le seguía en sus juegos. Era la misma historia todos los días, cada mañana, cada viaje a la escuela.Así que los animales, aburridos de lo que ellos consideraban “un insulto” decidieron un buen día, ir un poco más temprano a la escuela, y de esta manera, no encontrarse con la desagradable pantera. Y así lo hicieron, todos los amigables animales, partieron 30 minutos antes de lo normal, así, sería suficiente, y no tendrían que comer el polvo que la pantera les dejaba en la cara. Cuando la pantera llego y no vio a nadie, no entendía que sucedía, y se sintió muy mal, pues no tendría con quien competir hoy (aunque realmente jamás nadie compitió con él), pero para su dicha, vio que un pequeño caracol venia por el camino, y enseguida se puso a su lado y grito: -¡Vamos compañero!, te seguiré el paso para que sigamos el camino compitiendo- y apenas dijo esto, echo a correr a toda velocidad, no dejando mas al caracol, que todo el polvo que pudo.Noble, el caracol, siguió su camino, disfrutando del paisaje.Esta historia se repitió a lo largo de tres días, pues a los otros animales, ya se les había hecho costumbre ir más temprano para no toparse con pantera, pero el noble caracol, no corría esa suerte, y pantera cada mañana le hacía comer polvo.Al cuarto día, pantera luego de echar a correr, y sin darse cuenta (pensando en lo lejos que había quedado el noble caracol) se estrello contra una gran roca que había en el camino, lastimándose una de sus patas. Ya no podría competir por un largo tiempo y eso le ponía muy triste. La pata le dolía, y apenas podía caminar, así que el noble caracol no tardo en alcanzarle, este al ver a la pantera cojeando y caminando apenas, le dijo: -¡ Vamos compañero!, te seguiré el paso para que sigamos el camino disfrutando juntos del paisaje… - La pantera comprendió, solo sonrió algo avergonzada y siguió su camino en silencio y admirando el mundo que le rodeaba.Se dice que luego de eso, la pantera jamás volvió a competir, y con eso rompió con la despectiva vida de su familia, aunque no lo sé muy bien, pues jamás volví a pasar por ese bosque… Yuranae
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