Una de las mayores mentiras que todo el mundo se cree es que el tiempo cierra las heridas, el tiempo no cura nada, pues la herida solo comienza a cicatrizar una vez dejamos de hurgar en ella y tan solo se deja de hurgar cuando no se recuerda, cuando se olvida, es cierto que el tiempo acompañado de factores ajenos desemboca en olvido, o mejor dicho, en la negación del recuerdo, pues la herida no desaparece, cicatriza, y toda cicatriz está rodeada de recuerdos, recuerdos que jamas se olvidan al 100% pues siempre vuelven en el momento más inoportuno, o en el momento que al recuerdo le apetece volver para hacerte retroceder en el tiempo. Por otra parte, jamas dejéis de recordar, pues estos recuerdos os salvaran la vida,  estos recuerdos harán que no des más de lo debido, que no esperes más de lo que jamás te darán, que no idealices a nada ni nadie, estos recuerdos, son tus salvavidas en medio de un mar que da bandazos a su antojo, sin patrón, sin dirección, sin coherencia, tan solo es un mar violento y molesto que intenta hacerte la vida imposible y que tu tendrás que saber domar para poder llegar a la orilla, el problema es que como la esperanza ya no tiene lugar en tu mundo, te cansaras antes de llegar, abandonaras y morirás ahogado de una manera fatal. De vez en cuando, en esta marea fatal que acabará por matarte pues no tiene otra finalidad que la del homicidio y nadie es capaz de frenar sus vaivenes, pues de vez en cuando, te aferras a un faro de luz, que a la vez que te da esperanzas para alcanzar la orilla, hace que agonices aún más, pues no olvidemos que la esperanza no sirve de nada en este mundo pues solo es un factor más que nos da ganas de luchar por algo imposible, pero al fin y al cabo, eso es la vida, saltar de faro en faro revitalizando nuestra esperanza y mirando al horizonte pensando que algún día llegaremos a un lugar seguro, y sinceramente, nos encanta vivir de ésta manera, buscando soluciones durante toda la vida, luchando por cosas imposibles. El problema de este tipo de vida es que una serie de instituciones dominan las mentes y crean gente débil que nunca llegará a nada, como mucho lamerá la suela de algunos que se creerán mejor que ellos pero siguen siendo la misma mierda, gente sin más, sin nada que decir, que en dos años será olvidada, que morirá en vano y que aquellos que le lloraran serán más como el. La escasez de ideas, de revoluciones, de luchas, de fuerza, de entusiasmo, la escasez de seres humanos es debida a todas estas instituciones que abogan por la incultura, que inculcan que es mejor agachar la cabeza que mirar al cielo y gritar, éste es el motivo por el cual nadie destaca sobre nadie, es el motivo por el que todos son iguales, recuerda una sola personalidad que haya cambiado el mundo, piensa cuanto hace que existe, piensa que cosas han cambiado desde entonces, ahora entiende que este sistema no es perfecto ni mucho menos y que hay que cambiarlo, pero nadie lo hará por ti, y mucho peor, nadie te seguirá cuando lo intentes. Hay gente que llego a la orilla, pero todos murieron, pues al llegar fueron asesinados o encarcelados, pero liberaron a gente que les seguía. Creo que faltan muchos años aún para que nadie vuelva a llegar a esa orilla.