No es pesimismo aquello que me hace cuestionarme la vida. Estoy experimentando una necesidad de creer en algo. Una voluntad de crear. De crear algo bueno.
Tal vez morir tenga más sentido que vivir en ciertos sentidos filosóficos, pero la vida ofrece posibilidades, mientras que la muerte es una gran negación.

Vivimos poco, y lo poco que vivimos lo hacemos de forma superflua, inconsciente. En realidad vivimos demasiado, sólo que siempre parecerá poco, es incómodo el hecho de tener que morir. Sencillamente aparecemos y desaparecemos. Nada nos distingue de una mosca en cuanto a trascendencia. El sentimiento de no querer desaparecer, es inútil. La vida misma es una carrera hacia el precipicio, hacia la desaparición. El único objetivo es que sea lo más duradera posible. El único motivo de la existencia es el hecho de existir, vivir por vivir. Diríase que ya que estamos aquí, hijos del azar y la supervivencia, hagamos algo bello con el tiempo que tenemos.

"...cuando es más difícil desprenderse de la tierra y se necesita el amor de los que quedan vivos, para irse al menos con el consuelo de haber sembrado algo en el corazón ajeno."
La casa de los espíritus