Hoy, al hablar de ti, mis amigos hicieron cara de aburrimiento, como diciendo: “nuevamente a escuchar la letanía”.

Yo (ignorando su desdén) diserté acaloradamente sobre ti, y conté los detalles de nuestro último encuentro, les dije: Es una chica especial.

“bella, inteligente, hermosa” -interrumpieron ellos con desgano- sí, ya sabemos… y estás enamorado de ella.

jajaja -me reí- si yo ni siquiera creo en el amor, simplemente se me hace una mujer muy hermosa.

“Y muy especial, y diferente, y con una inteligencia superior” -interrumpió uno de ellos- ¡todo eso lo sabemos, lo repites cada día, y ya lo sabemos de memoria!

Nuevamente me reí, -intentando ocultar mis emociones- y con indiferencia dije: solamente digo lo que pienso, ¡Y no estoy enamorado de ella! –insistí-. 

Simplemente me gusta admirar la belleza, y soy objetivo no hay nadie como ella.

“Si lo hay” - insistió mi amigo-.

Te equivocas -dije con firmeza- como ella no hay ni habrá jamás.

“Tú vives en una fantasía” –argumentó mi amigo- nosotros no vemos nada de especial en ella.

¿No ven nada especial? ¡No es posible que sean tan ciegos! Es bella, inteligente “Y estás enamorado de ella” –nuevamente comentaron-.

¿Enamorado de ella? Pensé… y por vez primera reflexioné sobre ello. 
Bueno disculpen, me tengo que ir, nos vemos luego -dije de forma automática alejándome de mis amigos-.

¿Enamorado de ella? Me repetí la pregunta, -ya en la soledad de mi habitación-. El amor no existe –dije en vos alta-.

Sin embargo; al meditar más seriamente en ello, quizá mis amigos tengan razón, quizá (y solo quizá) el amor exista.
Puede que sea este sentimiento que me hace pensar en ti cada momento, y que me hace hablar de ti en todo y con todos.

La sensación de soledad, el extrañarte a cada instante, ver tu figura en cada esquina, el brillo de mis ojos al mencionar tu nombre.
La alegría al estar a tu lado, el disfrutar cada minuto de tu compañía, el no saber qué hacer cuando no estoy contigo, el sentirme solo y vacío cuando no se de ti… quizá (y solo quizá) eso sea amor.

El desencanto y enfado de todo lo que no tenga que ver contigo, el contar los minutos hasta que pueda volver a verte, quizá. -Y solo quizá- eso sea amor.
El vacío, la tristeza, la soledad, la incertidumbre que siento cuando no estoy contigo. ¿Será eso amor?
El estar con la persona equivocada solo para tratar de olvidarte y no pensar en ti. 
El tratarte a veces con indiferencia, solo para no mostrarme débil frente a ti.
El pensar que tengo la razón, y maximizar tus errores a fin de olvidarte.

Quizá -y solo quizá- eso sea amor.

¡El amor no existe! -grito con fuerza- el amor no existe, repito una y otra vez… no existe, no puede existir. 

El amor no existe… pero si existiera -te confieso- si existiera; entonces… yo estoy enamorado de ti.
Autor: © Xavier Bernal