La novela que hubiera podido ser.
Publicado en Feb 25, 2014
Por alguna razón escondida en los pliegues de la sinrazón, sin quererlo, concientemente, al menos, Helena pisó la tumba de alguien, cuando abandonaba el cementerio. Instintivamente, pidió perdón.- Miró en la placa de bronce un nombre, Eleuterio Cruz, fallecido en 1922, decía.- En este estado del relato, para no lesionar la buena fe de nadie, ni ganar por sorpresa o exageración nada, yo, el escritor de este texto, te pregunto a vos, lector del texto: ¿Crees que un hecho como este puede ser casual? Que el pie de Helena se hundiera en la tumba de tierra de Eleuterio… ¿no habrá sido acaso una insospechada venganza, inconciente, sutil y extemporánea..? Aunque parezca mentira, el hecho fue absoluta y totalmente casual. Helena no había vivido ninguna vida anterior y ahora venía a vengarse de Eleuterio. En realidad Helena había nacido cuarenta años después de la muerte de Eleuterio. Nunca se conocieron y la pisada de la tumba fue simplemente “casual”.- Todo esto implica que no escribiré ninguna novela con este hecho, que fue como todos, casi, los hechos… absolutamente trivial, a pesar de su pesada carga simbólica.- Amigos, cuando escriba una novela, será con otro argumento, no con el de Helena pisando la tumba de Eleuterio. Saludos, Salud!
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Eduardo Fabio Asis
Elvia Gonzalez
Enrique Gonzlez Matas
Guillermo Capece
bueno, no es una novela pero es un microcuento, que, muy bien escrito, dibuja una sonrisa en la cara del lector.
Saludos
Guillermo