LA NOCHE DE LAS BESTIAS
Publicado en Feb 26, 2014
La noche de las bestias Las hojas resecas crujían rompiendo el asustado silencio de la noche, los pasos pesados, de bestia insaciable de sangre, de dominio total y despiadada crueldad, sobre los pequeños animalillos del bosque. Miraban asustados y con ojos titilantes de miedo, quizás a alguna trampa terrible o algo desconocido y al parecer peligroso. La boca negra de un cielo oscurecido era el escenario perfecto, para mantener inalterable el plan de la conquista total, de la sumisión absoluta a tal abrumador poder por parte del pequeño grupo de bestias feroces, que preparaban todos los detalles del ataque final en su madriguera pestilente. No les quedará otra opción que llegar solos a suplicar lo que necesiten, lo importante es que el contagio se produzca rápidamente y comiencen a sentir la necesidad, después de nuestro primer ataque, decía uno de los líderes de la manada feroz. Mientras el resto del pequeño grupo asentía con satisfacción por los acuerdos de esa reunión. El bosque estaba preparado, las trampas estaban por doquier y los vigilantes de las bestias, hacían su trabajo silenciosamente, esperando el momento apropiado para informar a sus líderes, sobre el comportamiento de los pequeños grupos de animalillos más rebeldes o peligrosos para la misión. Hasta que llegó el momento, en una tarde de nubes oscuras y confusas, soplaba una brisa extraña, un poco tibia pero que daba frío, quizás por esa ligereza con que apareció y que parecía contener algo que asustaba como una amenaza invisible. Por la mañana ya había largas filas de animalillos esperando ser atendidos, algunos con papeles en las manos, fotocopias y poderes. Algunos felices, afirmaban que era lo mejor, que por fin podrían comprar lo que quisieran, que los intereses serían bajos, otros decían que era necesario y que era un derecho en especial para los pobres, que no podían comprar al contado y volvían al bosque con un rectángulo de plástico en sus manos que les cambiaría la vida para siempre, mientras la pequeña manada de bestias comenzaba a contar las ganancias.
Página 1 / 1
Agregar texto a tus favoritos
Envialo a un amigo
Comentarios (0)
Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.
|