EL PALACIO
Publicado en Mar 05, 2014
Aquel suntuoso palacete me da escalofríos. mi casa dista unos 20 metros de este muro de piedra y siempre intento rodearlo antes que merodear por sus cimientos Erigido en el centro de la ciudad y sustentado por 4 baluartes en cada arista no sabría decir si impone más de noche o de día
Las persianas, bajas la mayor parte del día , se alzan sobre las 9 de la noche manteniéndose inmóviles hasta que la bruma abraza el edificio de madrugada Después de cenar monto guardia apostado ocultándome tras las jambas de mi ventana, para evitar que mi cuerpo se someta a examen de miradas fisgonas. Me tiene realmente obsesionado su contenido, hay veces en las que pareciera esclarecerse la figura de una mujer y otras mis elucubraciones duelan con las imágenes más grotescas , con sombras ficticias y apariencias reales. Ese día, eran las tres de la mañana y medio aletargado sin observar actividad decidí retirarme a descansar, en el momento que una niña emergió de uno de los balcones irradiada bajo la farola más cercana al portalón del edificio rotó maquinalmente su cuello noventa grados , esbozó una sonrisa taimada ,y se precipitó al vacío. Un alarido incontenible brotó de mis entrañas y la calle respondió con crudeza enmudecida. Mi cuerpo se quedó pétreo y mis dientes castañeaban frenéticamente. Caí en el diván abatido, sollozando recluso de la impotencia y cerré los ojos. Tuve que respirar hondo y contar hasta 10 antes de volver a abrirlos y con paso titubeante me mostré al exterior abriendo el ventanal de par en par, la humedad era terrible y mi piel se contraía y dilataba al ritmo de mis emociones, miré aterrorizado al suelo El cuerpo yacía inerte y frío en el adoquín mientras se cubría lentamente por las hojas de octubre, ni rastro de señal humana la imagen dantesca, disipó mis lágrimas transformándolas en rostro constreñido por la injusticia y una sinrazón objetiva y frívola Cerré la ventana , dispuesto a llamar a la policía cuando una ensayada y recordada sinfonía compuesta por violines en su mayoría me atrajo de nuevo al cristal. la sala anexa al balcón se iluminó. Decenas de personas bailaban , bebían y gritaban formando un escándalo tremendo , un señor grueso con traje almidonado y pajarita sacó la cabeza entre las cortinas y me ofreció un brindis por María Supuse que se trataba de la niña y. como un poseso, abrumado por la excitación corrí a llamar a mis padres. En el salón se econtraba mi madre llorando desconsolada arrebujada en la bata y mi padre cabizbajo con cara de preocupación sin atreverse a mirarme, junto a ellos dos hombres con camisas de franjas anaranjadas altos y fornidos me atraparon y me condujeron forzosamente a una furgón con unas iniciales. No me permitieron dar explicaciones de lo vivido hace solo unos minutos solo me inyectaron un liquido blanquecino y dormí largo rato Ahora estoy más tranquilo El centro de descanso, es un sitio agradable aunque circulan muchos médicos con caras largas y me hacen tomar muchas vitaminas, según ellos para encontrarme más sano, aunque me limita bastante a la hora de escribir mi diario Regularmente recibo las visitas de mis padres, son reuniones cortas pero resultan fructíferas, hablamos de todo, pero sobre todo lo pasamos genial cuando les describo las fiestas que organizamos los señores del palacio y yo en mi habitación
Página 1 / 1
Agregar texto a tus favoritos
Envialo a un amigo
Comentarios (0)
Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.
|