Renacer
Publicado en Mar 06, 2014
Los primeros años disfrutaba del sol que me brillara en la cara, y de la lluvia, odiaba usar lentes de sol y me gustaba chapotear mis piesitos en las alcantarillas, Luego mi cuerpo se fue estirando, y quizas ya me fui tapando un poquito mas, mama me ponia un sombrerito para el sol y mucho protector, y cuando llovia ya no salia de casa o la sentia desde una ventanita. Despues que mi cuerpo se termino de estirar, se clavo como una estaca en medio de la gravedad, estaba de moda usar anteojos de sol tipo ray-ban y por si llovia debia sostener un paraguas en la mano nada mas. Un dia, deje de ver el sol, estaba sentada en un hospital y desde la cama solo podia observar caer las gotas , que parecian lagrimas de sal.
Ahora soy muy feliz, el sol brilla para mi todo el dia y no necesito ni un sombrerito ni protector solar, y cuando llueve me baño en cada gota como si fuera una pileta que fuera a rebalsar. Carolina Pfister.
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daniel contardo